martes, 15 de noviembre de 2011

Republica Dominicana - CUÁL ES LA FINALIDAD DE USAID?





Por Rafael E. Jiménez Pérez

La USAID se define como:

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo internacional, USAID por sus siglas en inglés, es una agencia independiente que provee asistencia económica, humanística y de desarrollo en todo el mundo para apoyar las metas de la política exterior de los Estados Unidos.
Como se advierte en su propia definición, la referida agencia norteamericana, además de declarar que es “independiente”, nace con la finalidad de apoyar las metas de la política exterior de los Estados Unidos. ¿Cuáles son esas metas? Por de pronto cabe reseñar, que la trayectoria de vida de la USAID en el mundo, revela en la generalidad de los casos, que esa agencia interviene en la soberanía de los países para promover acciones punitivas como una reacción política de la inconformidad del gobierno (Pentágono) de su país a las acciones soberanas de naciones que han decidido transitar el mundo por vías de autodeterminación como pueblos libres.
Pero también promueven su política de “cooperación” internacional cuando se producen crisis políticas regionales o mundiales, que se convierten en amenazas a la hegemonía que han mantenido en el mundo desde que entraron a la etapa superior del desarrollo del sistema capitalista norteamericano, que Llich Uliánov (1977) caracterizó y definió con el nombre de imperialismo.
Uno de los escenarios favoritos de la USAID para colocar su financiación en el mundo de hoy, lo constituye la mal llamada “ONG”, que pretendiendo ser organizaciones no gubernamentales, reciben millones de dólares del gobierno norteamericano para que cumplan el rol de apoyar las metas de la política exterior de Estados Unidos.
En países como la República Dominicana, las agencias de intervención norteamericana, a partir del derrumbe de la otrora Unión Soviética, en la mitad de la década de los 80s, y el auge de la contrarrevolución, han localizados renegados apátridas, que sin renunciar a la nacionalidad del país que han traicionado, se dedican a promover como parte de las metas de la política exterior de Estados Unidos, falsos discursos de transparencia, respeto a los derechos humanos, participación ciudadana, entre otras poses para disfrutar del bienestar que les ofrecen los altos salarios, que emanan como miasmas de los millones de dólares que manejan las filiales norteamericanas.
El falso interés por temas tan sensibles como lo ante indicado, se descubre cuando se examina la conducta del gobierno norteamericano frente  a los “indignados” de su país, quienes, usando métodos de protestas profundamente pacíficos promueven la crítica a la corrupción y la desigualdad en la distribución del ingreso. ¿Cuál ha sido la reacción del gobierno norteamericano? Usar los cuerpos policiales para reprimir las marchas, los mítines y los campamentos de un movimiento social pacífico, cuyas consignas no ponen en peligro la estabilidad del sistema político del Pentágono.
Los “indignados” norteamericanos, que han recibido la represión física y psicológica del gobierno de los Estados Unidos, no han contado con el apoyo solidario y financiero de agencias “independientes”, que dispongan de millones de dólares del gobierno norteamericano para defender sus derechos a la protesta, que son también derechos humanos. Más de 3 mil personas han sido arrestadas bajo la acusación de traspasar la propiedad privada, desobedecer  órdenes de la autoridad o conducta desordenada.
Paradoja de la vida, el gobierno de Estados Unidos dispone de fondos millonarios para apoyar “ONG” que promuevan la defensa de los derechos humanos fuera de su territorio, pero no asume la misma conducta cuando se trata de una situación similar acontecida en su país. Pero tampoco esas mal llamadas Organizaciones No Gubernamentales, que financia la USAID, se hacen eco de las violaciones a los derechos humanos de los “indignados”.
¿Por qué? Por las mismas razones políticas que tiene el gobierno norteamericano para no financiar las marchas, los mítines y los campamentos de los ciudadanos que viven “indignados” por la corrupción y las consecuencias de una crisis económica que tiene a 20 millones 500 mil estadounidenses “vegetando” en la pobreza extrema. Obviamente, esos temas no forman parte de las “ONGS”  que financia la USAID.
Por eso, cabe preguntar, ¿cómo se puede considerar a un “dominicano” que interviene en la vida pública del país como un resorte de las metas de la política exterior de los Estados Unidos? Mientras ellos enmudecen frente a los “indignados” norteamericanos, por el peso de los millones de dólares de la USAID; los verdaderos dominicanos deben levantar la bandera de la dignidad y la solidaridad, apoyando su lucha y rechazando la intromisión de la embajada gringa en la soberanía de la Patria de Duarte.  (Santo Domingo, sábado 12 de noviembre de 2011)

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