Wojciech Gil (conocido también como el Padre Alberto) hirió lo más sensible que tiene un ser humano, como es la adolescencia y la niñez, así lo declaró el viernes el procurador general de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, en referencia al expediente del sacerdote polaco acusado de cometer pederastia en el país latinoamericano.
Al agradecer la colaboración de las autoridades de Polonia, Brito pidió una severa sanción contra Gil, que se encuentra en prisión preventiva.
“Ya tuvimos comunicación con el procurador general de Polonia y agradecemos el respaldo que nos ofreció, estamos trabajando conjuntamente con las autoridades de esa nación y esperamos que reciba la mayor sanción”, apuntó.
El pasado martes, la Fiscalía de Varsovia acusó al sacerdote de cuatro casos de abusos sexuales de menores, así como de cometer pederastia en la República Dominicana, donde cumplía su labor ministerial.
Conforme a la fiscalía de la provincia dominicana de Santiago, el número de las víctimas del cura podría alcanzar las 15, aunque por el momento solo se han interpuesto tres querellas formales en su contra.
De acuerdo con la legislación polaca, el sacerdote podría pasar hasta 12 años en prisión, en el caso de que ser hallado culpable.
En los últimos años, la Iglesia católica ha visto seriamente dañada su imagen por diversos escándalos relacionados con casos de pederastia, delito que la mayoría de las veces ha quedado oculto bajo el silencio de los arzobispos locales y el propio Vaticano, y ha provocado una pérdida de confianza en la Iglesia entre sus fieles.
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