Insiste la disidencia en soñar con un mubarakazo en Cuba...
Raúl Bracho
Che, comandante.. Cuba sigue adelante!!
Insiste la disidencia en creerse y soñar con un mubarakazo en Cuba, inundan los comentarios en Kaos en la red, en Aporrea y muchos sitios de expresión virtual de su pestilente resentimiento haciendo llamados a tomar las calles de la Habana. ¿Y donde están los cubanos que quieren tumbar la revolución cubana? En Miami, ya se fueron todos de Cuba.
Es complicada la situación histórica por la que atravesamos, en mi último artículo hablo bien claro sobre las culpas. ¿Qué pasa en nuestra humanidad que en parpadeos se tiñe de sangre? Pasa que las fuerzas contenidas de la historia explotan su ira en las páginas del presente, pasa que el mundo debe transformarse o morir. Pasa que un milenio y más de formas de explotación abren el camino a la necesaria transformación. El caos, la confusión de ideas, la infiltración, la manipulación, no podrán maniobrar el destino de las fuerzas que se expresan.
Cuba es un blanco del apetito imperial, ¡como desearían los gringos despertarse con la plaza de la revolución llena de insurgentes contrarrevolucionarios! –Que pena, camaradas- Imposible que la cuna del futuro sucumba en medio de la confusión.
Cuba es la clave de la nueva sociedad, un pueblo resistente, por más de 52 años, a la ignominia y la rapiña norteamericana. Esperan que pase algo en Cuba y quizá primero se llene de fuego el mismo territorio imperial. Vivimos el fin de una era, esa era se llama el capitalismo, por más que sucedan entre medio, alzamientos movidos por el opio de la religión que siempre sirvió a los grandes dueños del dinero, jamás caerá un pueblo que se despierta valiente y digno cada día, que valora su sacrificio ante la bota yanqui, que sabe defender tantos años de bloqueo que lo obligaron a crecer para no desaparecer ante la ruin idea de rendirlos en medio de la escasez y las medidas dictadas por el imperio para asediarlos. Cuba es Cuba, el más digno pueblo del mundo y protagonista estelar del nuevo mundo, cada cubana y cubano reconoce quien es el culpable de las carencias, cada cubana y cubano reconoce quien es su enemigo. Yo le he vivido, lo he escuchado, más allá de los ladridos histéricos de los gusanos.
Ya vi ayer como comienzan las protestas en el norte de yanquilandia, es lo más de esperar que la cuerda reviente por lo más delgado. Es el imperio quien asfixia la vida a su pueblo, quien los arroja a la miseria junto al resto de la humanidad. Esto que vivimos, esta historia que sorprende, a pesar de tanto erudito incapaz de de predecir nada, esto que vivimos es la revolución de la humanidad entera y Cuba será siempre la bandera de la verdadera liberación de nuestra especie.
Más temprano que tarde estas indetenibles oleadas humanas barrerán al imperio sátrapa que lleva las cruces de ser el culpable del hambre, la explotación, la alienación y el desvío del verdadero sentido de la vida humana. Ha llegado el final de un imperio y de un tiempo. Gritaré hasta despertar a todos y muchos gritarán conmigo. El imperio debe de morir, para que termine de nacer el mundo de las esperanzas de los humildes de esta tierra.
Apenas empieza a estallar la ola de la historia, se revienta contra la playa del presente y se confunden las arenas. Hay muchos que no ven claro, que no entienden, hay otros que pretenden adueñarse de la revuelta universal y decir que es contra “dictaduras” que no son sino las pocas verdaderas dictaduras del proletariado. No importa, nada va impedir que la historia suceda. Jamás la historia se abrió a los perpetuadores, siempre se rindió ante las fuerzas transformadoras. Cuba lo sabe, ha tenido el valor y la valentía de soportar los embates de un imperio que quiere acabar con la vida y asumirá con más valentía que nunca su compromiso en la marcha hacia la nueva sociedad.
Razón tienes mi comandante en jefe Fidel Castro, los intelectuales debemos asumir el compromiso y gritar a cuatro vientos lo que se escribe allá en el infinito, el grito milenario revienta en un arcoirirs revolucionario universal. Pasarán cien años y no estaremos aquí, pero la revolución cubana, y sus descendientes bravíos seguirán empuñando las banderas de la liberación y el socialismo.
Venceremos!!!
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