Por Carlos A. Lozano Guillén, Director del periódico VOZ
Lozano rechaza la detención de Joaquin Pérez. En las afuera de la redaccion fue colocado un misil del avión Mirage para amedrantar el semanario VOZ.
Joaquín Pérez Gutiérrez no es un terrorista. Ni siquiera un miembro de las FARC como los organismos de inteligencia y el gobierno de Colombia se lo quieren hacer creer al país y al mundo, en desarrollo de la cacería de brujas para castigar a los críticos y opositores del régimen.
Pérez Gutiérrez es el director de la página web Anncol, que tiene su sede en Suecia y es publicada con la anuencia del gobierno de este país. Se puede discrepar del estilo de Anncol y de algunas de sus publicaciones, pero eso no convierte a su Director en terrorista o en miembro de las FARC. Anncol no oculta su simpatía por el grupo guerrillero y tiene todo el derecho de hacerlo, es la libre opinión en el ejercicio de la comunicación alternativa.
Hace más de 20 años, Joaquín Pérez Gutiérrez abandonó el país como refugiado político, después de numerosas amenazas contra su vida. Era miembro de la Unión Patriótica y es un sobreviviente del genocidio contra este grupo de izquierda. Desde entonces reside en Suecia de cuyo país recibió la nacionalidad.
El gobierno de Colombia lo reclama acusado de pertenecer a las FARC, como lo hace con tanta gente. Una vez más, la “prueba” está en los computadores de Raúl Reyes, Lámpara de Aladino que ha servido para señalar a personas del país y del exterior, inclusive a gobiernos como es el caso del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, de la República Bolivariana de Venezuela.
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no puede entregarlo a las autoridades colombianas, su vida correría peligro, porque en este país no hay garantías para la integridad y la seguridad de los luchadores revolucionarios. De acuerdo a las normas internacionales, teniendo en cuenta su calidad de refugiado político y de ciudadano sueco, debe devolverlo a este país que le ha garantizado la vida y el derecho a opinar libremente.
Al presidente Hugo Rafael Chávez Frías, con cuya revolución bolivariana somos solidarios sin condiciones, le decimos: Hay decisiones que un revolucionario, en el poder o no, nunca debe adoptar. Entregar a Joaquín Pérez Gutiérrez al gobierno de Juan Manuel Santos sería una afrenta al pueblo colombiano.
Bogotá D.C. 24 de abril de 2011
Carlos A. Lozano Guillén
Director del periódico VOZ
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