Evitan llamar terrorista a una persona que fue detenida cuando disparó “desde una embarcación, procedente de Florida (EEUU), contra un hotel de la cadena española Meliá", ¿sólo en Miami?
Iroel Sánchez | La pupila insomne
En Miami, terroristas cubanos y venezolanos unen sus fuerzas para organizar nuevas acciones en el área1991: Un comando terrorista intentó penetrar por la zona de Cárdenas en una embarcación procedente de los EE.UU., trayendo a bordo explosivos y armamentos, sustancias inflamables, tóxicas, asfixiantes, con el objetivo de realizar acciones subversivas en el país.
1992: Sucesos de Tarará, donde resultaron masacrados tres combatientes del Ministerio del Interior y un custodio.
1994: Asalto al barco “10 de Octubre” en el litoral de Nuevitas, utilizando una pistola, originándose un tiroteo donde resultó herido un ciudadano.
1995: Asalto a dos policías en Varadero a los que roban el arma reglamentaria y toman de rehén a una turista italiana llegando hasta una lancha con el objetivo de abandonar el país ilegalmente, en las acciones un trabajador resultó desaparecido en el mar y otro perdió una pierna.
1996: Entrada ilegal en Cuba, procedente de EE.UU., por la zona de Caibarién, provincia de Villa Clara, formando parte de un grupo de infiltración, para realizar acciones subversivas y terroristas. Asesinaron al ciudadano Arcilio Rodríguez García.
2003: Secuestro de la lancha Baraguá, que prestaba servicios de pasaje en el puerto de La Habana, con la finalidad de desviarla rumbo a los EEUU, utilizando para esto armas de fuego y armas blancas con las cuales amenazaron al patrón de la embarcación y a los pasajeros.
Poco antes de que la organización Wikileaksdiera a conocer los documentos que prueban que alrededor del 60% de los prisioneros que Estados Unidos recluyó en el territorio que ocupa ilegalmente en la bahía cubana de Guantánamo como sospechosos de terrorismo eran inocentes, en Miami calificaban con el eufemismo de “militante” al autor del ametrallamiento a un hotel repleto de turistas.
Como quien pasa de puntillas sobre un campo minado, el periódico El Nuevo Herald informaba sobre la excarcelación de un prisionero en la isla, reproduciendo un cable de AFP con el título “Excarcelan a militante en Cuba que participó en infiltración”. Me pregunto quién sabe por qué razones por nosotros ignoradas el diario de Miami eliminó del título la palabra “armada” que sí aparece en el despacho original publicado por la agencia de prensa francesa y cambió el término “anticastrista” por “militante”. De cualquier manera, los dos títulos evitan emplear el calificativo adecuado –terrorista- para una persona que según la misma información fue detenida cuando disparó “desde una embarcación, procedente de Florida (EEUU), contra un hotel de la cadena española Meliá, en el principal polo turístico cubano”, datos que el redactor dice haber obtenido de la prensa cubana de la época.
Haciéndose eco de quien hace unas horas evidenciara ante las cámaras de CNN su complicidad con el terrorismo- el autotitulado presidente la Comisión Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santa Cruz-, AFP llama al tiroteo contra una instalación turística operada por una empresa extranjera en la playa de Varadero “operación armada contra el gobierno de Cuba” y califica a uno de sus protagonistas como “preso político”.
La credibilidad del señor Sánchez ha sido contundentemente cuestionada tanto por la prensa cubana como por los diplomáticos norteamericanos acreditados en la Isla y para complementarla el corresponsal de AFP acude a otra fuente que ha dado pruebas de que miente sin recato sobre lo que ocurre en Cuba, las llamadas “Damas de Blanco”. Por ejemplo, el video, publicado en la serie Las Razones de Cuba, en que la “líder” de estas señoras , Laura Pollán, transmite desde un celular la reacción de “guardias corriendo” frente a una prisión cubana, mientras un plano secuencia permite apreciar a su alrededor la tranquilidad más absoluta, quedará para la historia universal de la manipulación mediática. Por otra parte, los vínculos de esta agrupación con el principal benefactor del terrorista Luis Posada Carriles en Miami, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, también son datos que AFP y El Nuevo Herald escamotean a sus lectores pero que pueden explicar por qué estas personas reclaman la libertad de individuos encarcelados en Cuba por delitos como asesinato, secuestro, piratería, portación y tenencia ilegal de arma de fuego y robo con violencia. Estos mediáticos personajes, cuando las autoridades cubanas han liberado ya a todos los reclusos condenados en 2003 por conspirar con la representación estadounidense en La Habana para provocar una escalada en la tensión con Estados Unidos -como reconociera el ex Subsecretario de Estado, Roger Noriega- necesitan inventarse una causa para seguir cumpliendo los mandatos del gobierno norteamericano. Tanto la alusión delpresidente Barack Obama durante su visita a Chile como el premio que acaba de otorgarles el Departamento de Estado son señales en esa dirección.
Sin embargo, es en Sánchez Santa Cruz y en las “Damas de Blanco” en quienes el corresponsal de AFP se apoya para decir que en Cuba “quedan en prisión alrededor de sesenta prisioneros, que no cometieron hechos de sangre ni delitos comunes.” Si los empleados de la agencia de prensa francesa fueran un poco más profesionales y revisaran los reportes por hechos terroristas en la prensa cubana de 1991 a 2003 encontrarían datos muy interesantes sobre las personas que sus fuentes dicen defender. Aquí relacionamos una muestra de algunos de los delitos, cuyos autores cumplen condenas en cárceles cubanas y son calificados como “presos políticos” por la propaganda anticubana, a los cuales habría que agregar hechos como el tiroteo de Varadero en 1996 , del que su recién excarcelado protagonista ha relatado a BBC Mundo que quedan 9 implicados en prisión:
Todos son hechos alentados por la Ley de Ajuste Cubano que mantiene Estados Unidos para estimular la emigración como arma propagandística contra la Revolución, o ejecutados por los grupos violentos asentados en el Sur de la Florida con la tolerancia de las autoridades norteamericanas. Pero los grandes medios de comunicación parecen preferir dar voz a los defensores de los victimarios, e incluso algunos llegan a poner al monstruo enprimera plana, como ha hecho CNN al entrevistar a Luis Posada Carriles. En definitiva, para ellos, no son asesinos, terroristas y secuestradores, sino “anticastristas”, “militantes” de una causa en la que parecen acompañarles: el terror.
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