Varios proyectos antiinmigrantes están sobre la mesa
LOS ÁNGELES, California - Miles de defensores de los derechos de los inmigrantes respondieron a la convocatoria a marchar este 1 de mayo, como viene siendo la tradición desde hace varios años, y salieron a las calles a pesar de ser un domingo para seguir exigiendo una reforma migratoria y contra las leyes antiinmigrantes que se multiplican por el país.
En el centro de Los Ángeles, donde en 2007 se congregaron cerca de un millón de personas en la primera gran marcha contra las leyes antiinmigrantes que entonces tomaban impulso, llegaron cerca de 10 mil manifestantes, según los organizadores, y entre 2,500 y 2,800, según el cuerpo de Bomberos.
Varias iniciativas antiinmigrantes recientes fueron rechazadas en California pero aún siguen los intentos por cerrarles los espacios a los trabajadores indocumentados del Estado.
"Hemos marchado millones, hemos votado millones y ahora nos quieren deportar por millones y despedir por millones, algo anda mal", dijo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA).
Cabrera explicó que cuenta con información de que la agencia federal del Seguro Social emitirá pronto "millones de 'no match letters'", una carta que obliga a las empresas a cotejar los documentos de sus empleados contra una base de datos del Seguro Social.
Estas cartas están dirigidas a controlar a los empleados indocumentados que trabajan con un número de seguro social comprado, prestado o falso y exige a las empresas que demuestren la autenticidad de su identificación en un plazo de 30 a 90 días.
En Miami marcharon en contra de un proyecto de ley similar a la polémica normativa de Arizona, que autoriza a la policía a investigar el estatus migratorio de presuntos indocumentados.
La protesta, convocada por la Coalición de Organizaciones Latinas por una Reforma Migratoria Integral, tiene lugar un día antes de que la iniciativa SB2040 sea considerada por el pleno del Senado estatal, que podría votarla el mismo lunes.
"Esta es una bofetada para la comunidad latina y para toda la Florida en general", manifestó María Rodríguez, directora de la Coalición de Inmigrantes de la Florida, que forma parte de las 40 organizaciones que se movilizaron el domingo.
El proyecto de ley, que fue presentado por la senadora cubano-estadounidense de Miami Anitere Flores, establece que la policía firme convenios con el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por su nombre en inglés) que la autorizan a verificar el estatus migratorio de personas detenidas.
La cláusula es ahora voluntaria para la policía, pero los inmigrantes temen que pueda volver a ser obligatoria ya que el presidente del Senado Mike Haridopolos advirtió el viernes que introducirá enmiendas a la iniciativa para volverla más severa.
Asimismo, la iniciativa también exige a las empresas utilizar el programa E-Verify, una base de datos nacional que permite verificar el estatus legal de las personas que se contratan.
Si el Senado aprueba el proyecto pasará a la Cámara de Representantes que deberá votarlo antes del 6 de mayo, día en que concluyen las sesiones legislativas anuales que se realizan en la capital estatal, Tallahassee.
La Cámara podría también optar por aprobar su propio proyecto, el HB7089, que ya fue aprobado por el comité de asuntos económicos y espera ser abordado por el pleno.
El HB7089, presentado por el ex policía y representante Bill Snyder, incluye artículos que contemplan como delitos el hecho de no portar documentos, autoriza a la policía a investigar el estatus migratorio de cualquier persona sospechosa de ser indocumentada, y endurece las penas para los inmigrantes ilegales.
Los activistas estiman que en la Florida -donde hay cerca de 750 mil inmigrantes indocumentados- los efectos económicos de la aprobación de las iniciativas serían "devastadores" ya que representarían pérdidas superiores a los $45 mil millones.
En Nueva York, cientos se congregaron en dos marchas en que se unieron por la tarde en Foley Square, frente a los edificios federales de la ciudad. Los inmigrantes, muchos de los cuales eran hispanos, usaron altavoces, banderas, trompetas y tambores para hacerse oír, además de carteles que decían "Ningún ser humano es ilegal" y "Somos trabajadores, no criminales".
"Estamos aquí en contra de las deportaciones y a favor de la legalización, pero también porque los inmigrantes estamos unidos a los trabajadores y a los sindicatos", dijo Teresa Gutiérrez, una de las líderes de la Coalición Primero de Mayo que organizó una de las marchas.
"Si no tenemos lazos a la comunidad afroamericana y a los sindicatos no avanzaremos nunca como inmigrantes para obtener lo que queremos".
En Atlanta, los manifestantes se congregaron en el capitolio de Georgia para pedir la derogación de la ley HB87, una iniciativa similar a la ley SB1070 de Arizona, que criminaliza la inmigración ilegal.
La ley otorga a policías locales potestad para detener a personas que crean son indocumentadas, aunque no hayan cometido ningún delito. Miembros del concejo de la ciudad de Atlanta iniciaron una campaña para convencer al Gobernador Nathan Deal de que derogue la ley, que podría tener resultados devastadores en la economía local.
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