Gracias a Piñera y su honesta posición burguesa, este once de Septiembre el Chile dormido desde 1.973 se despierta indignado.
Chile se estremece con su juventud rebelde que reacciona ante el descaro de un presidente fascista y con muy baja capacidad política, que pone de manifiesto en su propia voz la verdadera vena explotadora y el sello de clase opresora que en otros países sus gobernantes saben disimular muy bien. Declara que la educación tiene que ser paga, que sería una injusticia que los pobres y la clase media pagaran con sus impuestos la educación de los hijitos de papá y mamá, gracias a dios. Digo gracias nunca por concordar con su posición sino por su brutalidad política que no puede menos que indignar a una generación que abre de nuevo los ojos del pueblo chileno ante la injusticia.
Este 11 de Septiembre se conmemora un nuevo aniversario del acto terrorista de EE.UU. contra el segundo gobierno socialista en nuestra América Latina, en Chile ambos, el primero que duro 13 días comandado por el militar Marmaduque Grove, primer secretario del Partido Socialista de Chile y el triunfo de la Unidad Popular que llevó a la presidencia a Salvador Allende. La memoria reciente del derrumbe de las torres gemelas esconde aquel atroz golpe de estado que cerró el capítulo del pueblo tomando el poder por el ejercicio democrático que hoy ha renacido en toda América Latina luego del triunfo de Hugo Chávez.
Retumban en mi memoria los cantos gloriosos de aquellos días, las marchas que compartí con el pueblo chileno en sus avenidas llenas de pueblo conciente y despierto que anunciaban a la América el destino revolucionario que hoy camina. No podía suceder que Chile durmiera el sueño eterno luego de la dictadura impuesta por el pentágono en la facha infernal del asesino Pinochet. No podía tardar tanto en retomarse la furia que late en la sangre chilena desde aquel atropello asesino. Hoy, a pocas horas del aniversario de aquella madrugada terrible, de aquel once fríamente programado por la CIA, no dudo en las reflexiones que comenzarán a sentirse en la memoria colectiva de mi pueblo chileno.
Los mapuches, los mineros y los estudiantes son la vanguardia del retorno de Chile a las luchas de todo el continente. La avaricia de Piñera y su incontinencia ideológica, cosa rara, son detonante de este añorado despertar.
Un año terrible en manos de Obama, que silente y escondido en su Casa Blanca pero negra de oscurantismo y terror, deja a la humanidad más cerca de su despertar. Ya se habla más de la revolución mundial, los indignados, movimiento espontáneo que florece en cada lugar de nuestro mundo son la espoleta de lo que debe de venir. Chile que se levanta, Venezuela que se reafirma en su decisión libertaria, los pueblos todos cada vez más claros ante la desgracia imperial que ha quedado desnuda ante sus maniobras burdas y miserables contra los pueblos árabes de África, la pobreza y la crisis económica que arroja a la calle cada vez a mas ciudadanos de este planeta herido, son las señales inequívocas de que están cambiando los tiempos.
Más temprano que tarde, compañero Allende, volverá la mujer y el hombre nuevo a caminar por las largas alamedas. Viva mi Chile, mierda!!!
Viviremos y venceremos camarada Allende!!!.
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