El movimiento Ocupar Wall Street (OWS) participará en una celebración popular en Pasadera, California, el 2 de enero, en la cual insertará dos carrozas alegóricas que critican al sistema capitalista, informaron hoy activistas del grupo.
Durante el denominado Desfile de las Rosas, los activistas presentarán dos carros: uno con la figura de un pulpo y el otro representará la Constitución de Estados Unidos, reportó el diario californiano La Opinión.
Ambos vehículos serán empujados por los denominados indignados de Los Ángeles, movimiento que desde su desalojo de la Alcaldía de la ciudad en noviembre, busca continuar vigente, comentó la publicación.
Unos 250 activistas fueron apresados a fines del mes pasado después que mil 400 policías los expulsaron, por orden del alcalde, de una céntrica plaza en la ciudad de la costa oeste donde se encontraban acampados.
Llevaremos un pulpo de más de nueve metros de alto, que refleja cómo las grandes corporaciones nos tienen controlados, indicó Carlos Marroquín, representante de Occupy LA (Ocupar Los Ángeles).
El activista señaló que después encabezarán una reunión pública en el ayuntamiento de Pasadena.
El movimiento calcula la presencia de entre mil y dos mil manifestantes.
No vamos a interrumpir nada; si vemos que grupos intentan destruir o interrumpir el desfile, llamaremos inmediatamente a la Policía para decirle que no son parte de nuestro movimiento, aclaró Marroquín.
Aunque la Policía de Pasadena permitió la participación no oficial de los anti-Wall Street en el tradicional evento, reforzará su presencia durante el evento, aunque no señaló cuantos agentes serán movilizados, agregó el rotativo.
En la edición 123 del Desfile de las Rosas participarán 43 carrozas, cinco de las cuales son patrocinadas por instituciones bancarias.
Los pacifistas anticipan que se enfocarán en el carro del consorcio Wells Fargo y que protestarán solo a través de carteles, concluyó la fuente.
Las manifestaciones populares bajo la denominación de OWS cumplieron tres meses el 17 de diciembre último, las cuales se han extendido a las principales urbes de la nación.
Quienes se catalogan como indignados alzan su voz contra la avaricia financiera corporativa, el desmedido poder de los grandes bancos, así como las inequidades generadas por el sistema capitalista.
Los activistas han debido enfrentar las bajas temperaturas de la temporada invernal, desalojos policiales, así como el empleo de una desmedida violencia por parte de las autoridades, la cual llegó hasta el encarcelamiento y el uso de gas pimienta.
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