“Este es nuestro Carnaval contra el sistema capitalista”, afirmó una manifestante de la marcha, que se disfrazó con alrededor de unas 200 personas disfrazadas como algunos de los personajes principales de actualidad, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Mario Monti y Silvio Berlusconi.
Los indignados romanos, reunidos en la céntrica la plaza San Giovanni, frente a la basílica homónima, llevaban carteles con las leyendas que apuntaban contra el Banco Mundial, entre otras.
“Banco Mundial, no pagamos la crisis de ustedes” y “Toda revolución nace de la desobediencia”, decían las pancartas.
“Los incidentes de ayer no nos desalentaron”, afirmó la manifestante Alice, que estuvo en la plaza San Pedro cuando la policía trató de desalojar las carpas que habían instalado allí los indignados a modo de protesta.
“Elegimos tratar de cambiar el sistema de manera no-violenta, aunque somos concientes de que el sistema es violento”, agregó Alice.
En el campamento de la plaza San Giovanni, de donde arrancó la marcha este domingo, no había sólo italianos, sino jóvenes de toda Europa, incluidos los tres franceses detenidos el sábado por la policía.
Llegados frente al Coliseo, algunos de los indignados saltaron los portones y realizaron cantos y bailes en medio de los sorprendidos turistas. A diferencia de lo ocurrido el sábado en el Vaticano, aquí la policía no consideró oportuno actuar, y en poco tiempo la manifestación siguió su camino rumbo a la Plaza del Pueblo.
Los ciudadanos romanos, no obstante los inconvenientes generados en el tránsito, de por sí caótico de la capital, se mostraron en general a favor de la marcha.
“De esta manifestación pienso todo lo bien que se puede”, declaró Franco, de paseo con su mujer por el centro de la ciudad. “Si los ahorros de la gente desaparecen en pocos minutos por maniobras especulativas de los fondos de inversión, eso significa que el sistema está podrido”, remarcó.
Ansa
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