sábado, 26 de mayo de 2012

Estudiantes de Canadá tienen a la mitad del país bajo protestas


Por Iñaki Vizcarra
Siguen las movilizaciones estudiantiles en las calles de Montreal – mitad francófona  de Canadá- contra la promulgación de la ley que eleva el valor de la matrícula universitaria y en rechazo a otro cuerpo legal de emergencia que restringe sus manifestaciones.
Las protestas comenzaron en febrero, luego que el primer ministro de Québec, Jean Charest, anunciara el aumento de la matrícula universitaria en 254 dólares anuales, que equivales a un incremento del 75 %. De ahí en adelante, todos los días se realizan movilizaciones y marchas nocturnas. La última se realizó el miércoles 23 de mayo, donde una pacífica manifestación culminó con 518 personas arrestadas en Montreal y 176 en la ciudad de Québec. El saldo arrojó a 10 personas heridas, uno de ellos de gravedad al ser golpeado por la policía.
A la fecha, son más de 2500 los detenidos en estos tres meses de movilización, la mayoría de ellos luego de entrar en vigencia La Ley 78, que obliga a los organizadores de manifestaciones – con más de 50 personas – a  entregar con anticipación a la policía la ruta que seguirá la marcha, a demás de  prohibir el uso de máscaras para cubrir caras  y sancionar con cuantiosas multas – de hasta 600 dólares-  a los individuos que participen en manifestaciones declaradas ilegales por las fuerzas de seguridad.
Al rechazo a la polémica Ley, ya se sumaron los principales sindicatos de Québec y distintas organizaciones, tal como Greenpeace, los profesores, intelectuales y personalidades como Michael Moore, documentalista y escritor estadounidense quien colocó un link en su portal para socializar el mensaje en Internet.
La ola de protestas y la cantidad de detenidos refleja lo profundo y grave del problema, sólo superado por la Crisis de Octubre de 1970, cuando en Ottawa se declaró la ley marcial  para combatir al  Frente de Liberación de Québec (FLQ). Oportunidad donde el Ejército canadiense salió a las calles de Québec y detuvo a 497 personas, con el fin de desbaratar la  para ofensiva independentista del FLO, que había secuestrado a un diplomático británico y asesinado a un ministro del Gobierno.

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