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En vísperas de las elecciones Griegas, militantes anticapitalistas y revolucionarios de varios países europeos llamamos a apoyar a la izquierda revolucionaria griega.
Grecia es hoy el epicentro de la crisis del capitalismo. Está en el punto de mira del ataque más salvaje del capital financiero europeo. Los trabajadores y jóvenes griegos han respondido mediante una movilización que ha desacreditado el régimen político tradicional del PASOK y de ND. La clase dirigente ya no controla la situación, pero la clase obrera todavía no es capaz de tomar el poder y de derribar el capitalismo.
En esas condiciones, una parte de la rabia popular ha sido captada por la extrema derecha, pero es principalmente en la izquierda reformista de Syriza en torno a la que han girado las esperanzas en vísperas de las elecciones. El Estado Español e Italia son los próximos en el punto de mira de la Troïka (y a lo mejor después le toque a Francia): el desenlace de la lucha en Grecia es por tanto decisivo para el conjunto de los anticapitalistas y de los revolucionarios en Europa y en el mundo.
Existe un debate sobre la actitud que los revolucionarios deben adoptar. ¿Deben apoyar un gobierno dirigido por Syriza? ¿Deben apoyar a Syriza? ¿Deben desaparecer electoralmente frente a ellos? ¿Deben presentar una política independiente a los reformistas?
1.- El programa de Syriza y las declaraciones de sus dirigentes más conocidos reflejan a la vez un rechazo de las medidas antiobreras pero también una voluntad de compromiso con las clases dirigentes de la UE. Eso es lo que indica su claro rechazo a toda salida del euro y de la UE y su voluntad por reformar el marco actual de la UE con el fin de volver a estabilizarlo.
Está claro que un gobierno que aboliese las medidas del memorándum constituiría un avance importante para los trabajadores y sus luchas.
¿Pero cómo rechazar el memorándum sin abolir la deuda? ¿Cómo financiar las medidas de urgencia necesarias sin socializar el sistema bancario? En pocas palabras: ¿cómo mejorar hoy, por muy poco que sea, la situación de las clases populares griegas sin atacar al control que detiene la minoría capitalista sobre la economía y sobre la sociedad?
Es evidente que si cualquier gobierno pusiese en tela de juicio el programa del capital financiero, los bancos y la UE cortarían inmediatamente todas las posibilidades de préstamos y de financiación y no dudarían en expulsar a Grecia de la zona euro. En una situación similar, solo cabría o bien someterse a poner en pie la misma política desastrosa que la población griega ha padecido estos últimos años o bien atacar al poder de los banqueros y de los capitalistas, recuperando lo que han robado y poniendo en tela de juicio su control sobre la marcha de la economía.
En lo que se refiere a medidas a tomar para salir de la crisis, un programa de confrontación con el capital es necesario. Un programa de urgencia, de medidas transitorias como el aumento general de los salarios, la prohibición de los despidos, la disminución radical del tiempo de trabajo, la socialización del sector bancario y de los sectores claves de la economía. Un programa como este implica una confrontación no solamente con la clase dirigente griega sino también con la burguesía europea y sus instituciones.
2.- La única manera de poner en marcha un programa de lucha contra la crisis y de ruptura con el capitalismo, es una movilización del conjunto de los trabajadores y de las masas populares.
No es una simple consigna o una simple teoría. La presión del capital sobre el pueblo griego es enorme. Las huelgas generales de 24 o 48 horas, las movilizaciones sectoriales… han conllevado una crisis política grave para la burguesía griega pero no han bastado para detener la ofensiva de ésta.
Es por tanto necesario apoyarse en las luchas parciales, buscando extenderlas, sistematizando los elementos de autoorganización que han podido expresarse en ellas y que en algunas circunstancias pueden constituir el punto de partida de una dualidad de poder. Es mediante la generalización de las luchas y federando los órganos de autoorganización que un poder alternativo al de la burguesía podrá surgir. Es amenazando con la extensión de la lucha en otros países de Europa que los trabajadores griegos podrán protegerse de la presión de la UE. La clase obrera y la juventud griega tienen las claves en sus manos, hay que apoyarse por tanto en ellos.
En las circunstancias actuales, teniendo en cuenta la naturaleza de Syriza, un gobierno dirigido por Syriza no puede ser más que una coalición parlamentaria, lo cual es completamente diferente a un gobierno de los trabajadores. La situación conlleva incertidumbres: ¿logrará Syriza formar las alianzas necesarias para formar un gobierno?, ¿cómo reaccionarían Syriza y las masas a las represalias del capital?… Pero lo que es seguro es que un enfrentamiento de conjunto es imprescindible. Es por tanto necesario un instrumento político para preparar ese enfrentamiento y para popularizar el programa necesario.
3.- En la situación que conoce Grecia, la consigna del gobierno de los trabajadores vuelve a estar de actualidad. No es evidentemente aplicable a partir de ahora: es incluso difícil poder prever en la actualidad su posible composición. Sin embargo, es indispensable proponer una solución política de conjunto y empezar a formular una respuesta comprensible para amplias masas, incluso imperfecta, a la pregunta “¿Quién debe ejercer el poder en Grecia?”.
Un gobierno como ese debería ser capaz de poner en marcha un programa de urgencia de lucha contra la crisis dispuesto a llevar a cabo medidas claves de transición, por ejemplo mediante la expropiación de los bancos y de otros sectores de la economía. Un gobierno apoyado sobre una lucha del conjunto de los trabajadores y en base a su autoorganización. Un gobierno que reagruparía las fuerzas dispuestas a defender las reivindicaciones de las masas. Los revolucionarios estarían dispuestos a participar con otros en un gobierno como este sobre la base de un programa de confrontación y de un alto grado de movilización de los jóvenes y de los trabajadores ya que un gobierno como este alentaría la posibilidad de la toma del poder por los trabajadores y de las estructuras de autoorganización.
4.- Si un gobierno dirigido por Syriza tomase medidas favorables a los trabajadores, como por ejemplo la puesta en tela de juicio de los memorándums, es evidente que los revolucionarios las apoyarían. Sin embargo un apoyo condicional y crítico como ese a un gobierno Syriza no implicaría en ningún caso renunciar a la independencia política y organizativa por parte de la izquierda anticapitalista y revolucionaria en Grecia, representada hoy mayoritariamente por Antarsya.
Un partido independiente, cuyo centro de gravedad sea la luchas de clases. Un partido capaz de constituir un polo político visible tanto en las elecciones como en las luchas de masas es necesario para defender la única perspectiva que permita a los trabajadores griegos evitar la catástrofe. Un partido capaz a la vez de tener una política de frente único en relación con otras fuerzas del movimiento obrero y de defender su propia perspectiva política, de ruptura con el capitalismo y de toma del poder por los trabajadores. En la situación actual, la creación de un partido como este se hará principalmente alrededor de ANTARSYA, a pesar de sus contradicciones. Si la llegada de un gobierno “de izquierda” acabase en derrota, es probable que fuera la extrema derecha la principal beneficiada. Pero eso no es algo inevitable. Todo dependerá de la capacidad de la izquierda revolucionaria para encabezar las luchas y para hacer creíble un programa de confrontación y de ruptura con el capitalismo.
Por ello, nosotros, militantes anticapitalistas y revolucionarios de varios países europeos, llamamos a apoyar a la izquierda revolucionaria griega, en particular Antarsya, y a reforzar los lazos entre militantes que comparten una perspectiva revolucionaria a escala europea e internacional.
- France/NPA: Gaël Quirante (miembro del Comité Ejecutivo), Xavier Guessou (miembro del Comité Político Nacional)
- Spain/Izquierda Anticapitalista: Rubén Quirante, (miembro de la Secretaría confederal), Pechi Murillo (militante de IA)
- Greece/OKDE-Spartacos: Charis Mertis (miembro del Buró Político), Anastasia Vergaki (miembro del Buró Político), Panagiotis Sifogiorgakis (miembro del Buró Político/delegado en el 16º congreso de la Cuarta Internacional), Manos Skoufoglou delagado en 16º congreso de la Cuarta Internacional)
- Germany/RSB: Jakob Schäfer (miembro del Secretariado Político, miembro del Comité Internacional de la Cuarta Internacional), Peter Berens (miembro del Secretariado Político)
- England/Socialist Resistence: Dave Hill (miembro del Consejo Nacional)
- Ireland/Socialist Democracy: John McAnulty (secretario), Kevin Keating (miembro del Comité central)
- Belgium/LCR-SAP: Mauro Gasparini (sector jóven)
- Denmark/SAP: Jette [Lulu] (militante)
Todos los firmantes son miembros o simpatizantes de la Cuarta Internacional.
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