Inmigrantes y activistas criticaron el jueves la política de deportación del presidente Barack Obama y le exigieron que no separe a más familias que son víctimas de expulsiones injustas.
Líderes religiosos, miembros de organizaciones sin ánimo de lucro e inmigrantes de varios países denunciaron en el centro de Manhattan la política de revisión de más de 411.000 casos de deportación anunciada hace un año por el gobierno estadounidense.
Muy pocas deportaciones han sido suspendidas desde entonces y los inmigrantes que han aceptado esa suspensión se han quedado sin permiso de trabajo en Estados Unidos, dijeron los activistas durante una rueda de prensa frente al edificio federal Jacob Javits.
“Quiero llegar al corazón del presidente”, dijo Miguel Calle, un ecuatoriano de 45 años en proceso de deportación y con dos hijas nacidas en Estados Unidos. “Estoy aquí para mostrarle al presidente nuestra condición, no de ilegales, sino de seres humanos. He trabajado muy duro en este país y ahora me separarán de mis hijas”.
En junio del 2011 aumentó la esperanza entre la comunidad inmigrante del país cuando el gobierno de Obama anunció que revisaría los casos de deportación y favorecería a inmigrantes con parientes que son ciudadanos estadounidenses, hayan servido en las fuerzas armadas o que fueron traídos a Estados Unidos de niños.
Sin embargo, activistas de todo el país han denunciado que las cifras de casos revisados y suspendidos siguen siendo muy bajas y han acusado a Obama de no cumplir con lo prometido.
Hasta el 29 de mayo de este año, funcionarios de inmigración habían examinado 288.361 casos de deportación y suspendido o cerrado aproximadamente 4.363, dijo Gillian Christensen, portavoz de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La vocera indicó que la nueva política de revisión ha ayudado a aliviar la enorme acumulación de casos que abarrotaban las cortes de inmigración y ha permitido a su agencia deportar con mayor rapidez a inmigrantes que suponían un peligro para la seguridad pública.
“El cometido de ICE para mantener sus prioridades no ha flaqueado y nuestros números reflejan eso”, dijo Christensen.
Aproximadamente 20.000 inmigrantes están siendo ofrecidos la suspensión de sus casos de deportación, dijo la vocera. Los que se oponen a la suspensión ofrecida pueden batallar su caso en la corte para intentar obtener la legalización.
Gonzalo Mercado, director del Centro del Inmigrante, en el condado neoyorquino de Staten Island, denunció que las propuestas migratorias del gobierno “no están funcionado”.
“Nada ha cambiado”, dijo Mercado, rodeado de inmigrantes y activistas con pancartas que gritaron “Obama escucha, estamos en la lucha”.
Los activistas también exigieron el jueves que Obama imponga una orden ejecutiva que frenaría las deportaciones de todos los jóvenes sin papeles que cumplen los requisitos para beneficiarse del llamado Dream Act. La propuesta es un proyecto de ley que abriría un camino a la legalidad para jóvenes en situación migratoria irregular que cursan estudios universitarios o se alistan en las fuerzas armadas.
“Las deportación están causando mucho dolor y existe una necesidad urgente de acción”, dijo el reverendo hispano Ramón Almonte. “Quedan tan sólo tres días para celebrar el Día del Padre y el sistema migratorio sigue rompiendo todos los lazos familiares”.
(Con información de AP)
Obama no es mas q un mentiroso al servicio de sus propios amigos tiranos.
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