domingo, 23 de septiembre de 2012

El ejemplo de Víctor Jara hoy más que nunca



Guitarra trabajadora con olor a primavera
Guitarra trabajadora con olor a primavera
por Pako González

“(…) Y mi sangre como grasa tiene paloma, en tu cuerpo quiero hundirme palomitai hasta el fondo de tu sangre…”. Víctor Jara – Deja tu vida volar
Fue un 16 de septiembre cuando le partieron las manos a Víctor Jara, con sus ojos rojos de sangre no dejaba de cantar y animar a las 5.000 almas detenidas en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. El asesino torturador no tuvo reparos en maltratar y quitar la vida a la voz de América, aquel hombre bueno que defendía a los humildes contempló la llegada de su muerte y la de muchos/as de sus camaradas, quizá recordó en esos últimos momentos cuando se acercaba de madrugada a las poblaciones de chabolas, en los días terribles en que las lluvias inundaban aquellas moradas tristes de techos de cartón.
Igual que pasa ahora en distintas partes del mundo el genocida imperialismo norteamericano financió el golpe de estado en Chile, el miedo a las propuestas revolucionarias del presidente Salvador Allende, provocó que esas mentes malignas encabezadas por un bastardo llamado Henry Kissinger, planificaran una de las mayores injusticias de la historia, que acabó con la vida de miles de chilenos/as asesinados/as y desaparecidos/as tras ser brutalmente torturados/as. Luego implantaron una sanguinaria dictadura ultraderechista encabezada por el asesino Augusto Pinochet. Este gobierno militar apoyado por varias “democracias” europeas como la británica, con el total respaldo del Pentágono, de la Central de Inteligencia Americana (CIA), de la dictadura española de Franco, del criminal gobierno sionista de Israel, entre otros estamentos del fascismo internacional.
Poco ha cambiado en el modus operandi de estos criminales de lesa humanidad para machacar a pueblos enteros, a todos los que se salen del plato del capitalismo, que son rápidamente anotados en la lista de la próxima invasión, del próximo genocidio, tal como ha pasado recientemente en Libia y actualmente en Siria, usando la misma pólvora y armas de destrucción masiva que utilizaron en Irak y Afganistán para asesinar niños/as y gran parte de su población, siempre para engordar las fortunas de los dueños del mundo, aquellos que matan de hambre cada día a millones de seres humanos y destruyen la Madre Tierra, para seguir enriqueciendo un patrimonio construido con sangre, tortura y muerte.
La voz de Víctor Jara fue brutalmente quebrada aquel triste 16 de septiembre de 1973 en un estadio convertido en un espacio de dolor, maltrato y muerte. Allí muy cerca de las alamedas libres de Santiago, donde cientos de miles salieron a las calles a defender la democracia y la libertad, al gobierno legítimo del presidente de los/as empobrecidos/as. En esas calles y en tantas otras su canto sigue siendo “como una paloma buscando donde anidar”, hace tiempo germinó en los corazones de millones de seres humanos que seguimos creyendo en un mundo mejor, que no renunciamos a que siga existiendo la esperanza, la fraternidad, la igualdad, la solidaridad y que se acaben por siempre las injusticias.
En muchas partes de nuestra amada Tierra seguimos vibrando con sus canciones, en el estado español, en las empobrecidas Islas Canarias, su canto nos llega enredado en la frescura de los alisios, nos ayuda a combatir las injustas reformas de un gobierno con la misma ideología de quienes lo asesinaron. Los mismos perros con distinto collar, marionetas del imperio para esclavizar a nuestro pueblo, para que terminemos humillados/as revolviendo en la basura la comida de nuestros/as hijos/as. Ese es el objetivo de las políticas del patético presidente Rajoy y sus compinches, enriquecerse y hacer política para beneficio de los poderosos, los mismos que brindaron con champan cuando asesinaron a Salvador Allende y se alegraron de la muerte del inmenso poeta comunista y del amor, Pablo Neruda.
Nuevos procesos populares han surgido desde aquel 16 de septiembre de 1973 y al menos en algunos países heroicos como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Nicaragua…, la izquierda revolucionaria gobierna acechados por los esbirros del capital, tan firmes como los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales, Pepe Mujica y otros herederos del ejemplo de Allende, también dispuestos a entregar sus vidas por la libertad de sus pueblos. Luchan cada día y se esfuerzan en plantar cara al imperialismo, generando pasito a pasito cada vez más bienestar en sus pueblos, los mismos que han sufrido el terror neoliberal, el hambre, la miseria, del llamado patio trasero del fascismo norteamericano.
Víctor Jara sigue vivo en nuestra lucha contra el régimen del expolio, en el 15M, en los sindicatos de clase, en la izquierda anticapitalista, en el movimiento estudiantil revolucionario, en los yayoflautas tomando la bolsa de Barcelona, en todas las personas que salen a las calles exigiendo el fin del robo de lo público, el final de la corrupción política, de los abusos de poder. Hoy más que nunca compañeros/as su “canto tiene sentido cuando palpita en las venas del que morirá cantando las verdades verdaderas”.

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