Los peores pronósticos toman cuerpo hoy con el paso del tiempo en El Cairo, mientras la Plaza Tahrir se colma de manifestantes tensos que demandan la renuncia del presidente Mohamed Morsi, a quien sus seguidores planean apoyar mañana.Está claro que detractores y partidarios del mandatario permanecen atrincherados en sus posturas, más aún después de la apresurada aprobación del proyecto de Carta Magna por la Asamblea Constitucional tras una sesión que se extendió 16 horas, hasta bien avanzada la mañana de hoy.
Medios opositores afirman con sorna que una Carta Magna aprobada en la madrugada no puede ser buena para los ciudadanos.
La concentración en Tahrir, que entró en su sexto día, es llamada por sus organizadores, los partidos laicos y de la izquierda, El Sueño de los Mártires, en alusión a las más de 800 víctimas mortales de la represión durante las manifestaciones que el año pasado obligaron a renunciar al expresidente Hosni Mubarak, ahora encarcelado cumpliendo una sentencia de por vida.
Justo en el día que cumple cinco meses como jefe de Estado, Morsi encuentra una oposición creciente a su decisión de una semana atrás de investirse de poderes excepcionales que blindan sus decisiones y lo ponen por encima de los poderes del Estado.
Las miles de personas concentradas en la Plaza Tahrir, cerrada al tráfico desde el inicio de la sentada, demandan además las renuncias del primer ministro, Hicham Qandil, y del titular del Interior, Ahmed Gamal Eddin, y la formación de un Gobierno de salvación nacional.
El mandatario ha explicado que con su decisión de asumir poderes excepcionales sólo busca preservar la revolución que defenestró a su antecesor; sus adversarios afirman que quiere islamizar el país y dotarse de una autoridad sin precedentes.
Hoy el presidente recibió una desautorización inesperada, la del cheij Mohamed Abdallah, quien pronunció un incendiario sermón en la Plaza Tahrir en el cual afirmó que “la revolución continuará hasta alcanzar todas las demandas” y advirtió que Morsi podría corre la misma suerte que Mubarak.
En tanto, una gran cantidad de jueces prosiguen la huelga que declararon la semana pasada, la cual ha creado un vacío en el país, donde los procedimientos jurídicos han sido suspendidos en medio de un clima de creciente tensión signada por temores de que la crisis desemboque en la ingobernabilidad.
El choque mayor puede ocurrir mañana cuando miembros de la Hermandad Musulmana y de entidades salafistas lancen a sus miembros para apoyar al Presidente, aun cuando celebran sus marchas lejos de Tahrir, para evitar colisiones.
(Con información de Prensa Latina)
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