México. Un clima de tensión se vive en la ciudad de Vícam, Sonora, que desde la madrugada de ayer se encuentra sitiada por 40 patrullas con cerca de 150 elementos de la policía federal y estatal. El pueblo fue rodeado luego de que la tribu yaqui anunció que se manifestaría en la carretera internacional contra la presencia del presidente Felipe Calderón Hinojosa en Sonora, para “inaugurar” el acueducto Independencia.
“No podíamos pasar por alto esta situación y decidimos bloquear la carretera internacional. El gobierno respondió enviando policías a todas las entradas de Vícam Estación, y desde la madrugada de ayer ha estado el pueblo sitiado por elementos de la policía federal y de la policía estatal investigadora”, explica Mario Luna, autoridad tradicional de la tribu yaqui, en entrevista conDesinformémonos.
A pesar de la intimidación del Estado, “nos manifestamos de forma pacífica en la carretera alrededor de 800 personas y estamos invitando a la gente a que no caiga en actitudes provocadoras. Hasta el momento no ha habido ningún enfrentamiento”, detalla Luna desde Sonora.
El pueblo yaqui decidió hacer una manifestación “más enérgica que los comunicados” para mostrar su rechazo al acueducto recién inaugurado por Calderón Hinojosa, pues, señalan “consideramos este acto como una burla contra el pueblo de México, y en especial contra la tribu yaqui, porque tenemos amparos que señalan que se debe detener la construcción”.
La presencia de Felipe Calderón en Sonora, para inaugurar una obra que ni siquiera está concluida “deja claros los intereses que están detrás de la clase política”, explica Mario Luna y puntualiza que “lo que se hizo fue un teatro, pues el acueducto no está conectado a la presa del Novillo –ubicada en la cuenca del río Yaqui–, porque la tribu tiene un amparo que impide que se extraiga el agua de allí”. Además, los reservorios para el vital líquido y un acuiférico, que rodearía la ciudad “ni siquiera se han empezado a construir”.
Desde hace más de dos años, el pueblo yaqui resiste contra la construcción del acueducto Independencia, proyecto principal del programa Sonora Sistema Integral promovido por el gobierno panista de Guillermo Padrés Elías, con el que se pretende desviar agua de la presa El Novillo hacia la capital del estado para fines industriales.
Siguiendo los conductos legales que marca la Constitución, el pueblo yaqui obtuvo triunfos en el área judicial: una medida cautelar preventiva a favor de la demanda de restitución de aguas otorgada por el Tribunal Unitario Agrario 35 de Ciudad Obregón, que prohibía “el desvío de caudales de cualquier índole fuera de la cuenca del río Yaqui en tanto no hubiera sido resuelto el conflicto de aguas”, y un amparo contra la licitación del acueducto que ordena parar las obras, otorgado por un juzgado de distrito a los productores agrícolas del valle del Yaqui y ratificado por un tribunal colegiado.
A pesar de las disposiciones judiciales, la construcción del acueducto Independencia —que costará casi cuatro mil millones de pesos y tendrá una longitud aproximada de 175 kilómetros— continúa avanzando, por lo que “el gobernador Guillermo Padrés Elías está incurriendo en desacato”, asegura Mario Luna.
En estos momentos, se encuentran reunidos en la guardia tradicional de Vícam representantes del pueblo yaqui, movimientos ciudadanos, ganaderos y agricultores para decidir las acciones que seguirán para defender el agua del río Yaqui, pues “no estamos dispuestos a servir al gobierno de comparsa”, aseguran desde Sonora.
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