martes, 2 de julio de 2013

¿Qué hay detrás de la paranoia alrededor de Snowden?

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DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Si observamos con detenimiento las acciones de anteriores casos de filtraciones en los servicios de seguridad de EE.UU, veremos que Snowden no aporta nada significativo a la realidad del ejercicio de los sistemas de espionaje y recopilación de información en este país.
Es difícil creer que alguien en su sano juicio pueda en la actualidad pensar que el uso de cualquier medio de comunicación, sea teléfono, correo postal, correo expreso, Facebook o cualquier modalidad de comunicación vía internet, incluyendo la financiera, es medianamente privada. Todo y todos se divulga, procesa o recopila.
Decir que los servicios norteamericanos espían o hackean el sistema de SMS de los Chinos no es nada que la mayoría no sepa o suponga.
Lo que mas llama la atención de esta desproporcionada reacción es que se trate de presentar como un acto de traición a los EE.UU. Cabria preguntarse ¿Quiénes representan a los EE.UU, sus millones de ciudadanos o el grupito que detenta el poder?
Lo que denuncia con más fuerza Snowden es que se están utilizando todos estos sistemas que anteriormente se empleaban para espiar a los demás, en el espionaje de los propios norteamericanos.
En caso de ser esto cierto los violadores serian los que detentan el poder sobre estos medios y las víctimas, el pueblo norteamericano y es ahí donde la clase dominante tiene temor de que se le vayan las cosas de las manos.
Pero esta ha sido precisamente la razón de muchos de los que han hecho esto anteriormente, por lo que Snowden no esta develando nada desconocido.
Son estas razones las que nos hace pensar que lo fundamental en el caso Snowden no son las revelaciones, sino la necesidad de enviar un mensaje a todo el mundo de que esto no se puede hacer sin consecuencias, sea quien sea y escóndase donde se esconda. El caso Assange está en la misma cuerda. Ahora tienen a un preso virtual hace mas de un año en una embajada y al otro – si los informes son verdaderos – preso en la sala de espera del aeropuerto moscovita, como la famosa película “La Terminal” con Tom Hanks.
Lo importante no es ni siquiera condenarlos o apresarlos, sino generar el pánico entre los analistas y especialistas que opinen que lo que hace el gobierno norteamericano es violatorio de las leyes y antiético, para desalentar a otros posibles “filtradores”. Por otro lado se quiere, con la profusión de informaciones falsas generar por un lado la desacreditación de Snowden y por otro generar una cortina de humo que haga difícil saber que es verdad y que es mentira.
Occidente con los EE.UU a la cabeza, esta desarrollando una verdadera guerra global para imponer su hegemonía, donde las Operaciones Psicológico-Informativas (OPSI) juegan un papel preponderante.
El caso Snowden tiene todas las características de ser una muy bien montada OPSI, donde lo esencial no esta a la vista de todos, sino oculto en la forma en que se desarrollan y se comunican los supuestos hechos.
Ante todo en este caso se están empleando dos procedimientos fundamentales: La presión psicológica y la manipulación.
En el primer caso es evidente como EE.UU y sus medios de difusión están tratando de repetir una falsa imagen de Snowden, aludiendo tener la autoridad para hacerlo y manejando disímiles especulaciones, desde su supuesta relación como espía a favor de China, hasta su no definido itinerario de vuelo que incluye a países que EE.UU relaciona con el terrorismo y la falta de democracia (Cuba, Venezuela).
Igualmente se esta enviando el perfil de un Snowden traidor que firmó un compromiso de no revelar la información a que tenia acceso e incumplió con su palabra. En este caso se trata de equiparar la traición de Snowden a su compromiso, con los actos ilegales e inmorales que cometen los gobernantes de EE.UU en su país y en el mundo. Esto tiene como objetivo desacreditar al objeto de la operación, buscándole un rasgo negativo e hipertrofiarlo para presentarlo como la esencia de la actitud del personaje y de esta forma minimizar el beneficio de la acción que este realiza.
Cabria preguntarse ¿En alguna legislación se puede aceptar como valido, conservar “secretos” que son violatorios de los mas elementales derechos de la humanidad? ¿Quién es verdaderamente el traidor, Snowden que “incumplió” su compromiso o los que espían a los norteamericanos y a otros países en contra de las leyes nacionales e internacionales?
Es llamativa la enorme cantidad de información incluyendo supuestos datos y cifras que se maneja en este caso, con el premeditado objetivo de aparentar precisión y objetividad. También llama la atención de como se seleccionan los materiales que se difunden sobre Snowden, fundamentalmente aquellos que son mas ilustrativos y de como se dramatiza la situación para aparentar que casi todos los estadounidense están en peligro si no apresan al ex colaborador.
Todo esto hace que se cree un malestar emocional que neutralice la capacidad de evaluar racionalmente la información transmitida.
Por otro lado la manipulación se emplea para cambiar la forma de pensar de la mayoría de las personas, desarrollándose con mucha habilidad para que no lo notemos.
En este caso vemos como se dosifica la información dándonos a conocer solo una parte de los hechos y se oculta cuidadosamente la otra parte. Un ejemplo de ello es que Snowden según los propios servicios de inteligencia norteamericanos hace rato esta intentando divulgar sus verdades y estaba en territorio norteamericano, o sea, en sus manos y ellos fueron los primeros que lo dejaron escapar. ¿Como reclamarle ahora a China que no lo retuvo? ¿Acaso los servicios de inteligencia norteamericanos con ese aparato multibillonario y multitudinario no tenia control sobre los movimientos de Snowden?
Igualmente los medios y personalidades políticas estadounidense solo hablan del carácter secreto de la información divulgada por Snowden, pero no dicen ni una palabra sobre las violaciones a las leyes norteamericanas e internacionales que los hechos divulgados revelan.
Aquí también como parte del procedimiento de manipulación vemos como se mezclan hechos verdaderos con todo tipo de especulaciones, suposiciones, hipótesis y rumores. Esto no permite distinguir entre la verdad y la ficción.
El rumor como arma de Guerra psicológica no se puede subestimar ya que este permite tergiversar la información sin fundamento alguno, dejando en el plano de la especulación su posible origen. Es increíble como en el caso Snowden como en otros en que deliberadamente se lanzan diversos rumores para generar presión psicológica, estos se hiperbolizan, adquieren “detalles” y hasta “hechos reales”, datos etc.
Obsérvese como tanto los medios occidentales como otros no afines a occidente, reflejan y rebotan enormes cantidades de datos, imágenes e inclusive documentos de dudosa procedencia. Todo lo que huela a Snowden es divulgable y hay del que no lo haga.
Los rumores son instrumentos de desinformación e intimidación, para imponer el modelo de conducta a las personas crédulas.
No se ha dejado de recurrir igualmente al empleo de terceros, como procedimiento para enviar los mensajes que se quieren hacer difundir. En este caso se envía información por intermedio de terceros a los MMD, con el velado objetivo de que parezcan mas “objetivas” al ser divulgadas por otro medio no involucrado y de esta forma hacer que estas versiones sean reproducidas por los medios del contendiente.
Es muy revelador, como en algunos casos medios alejados del punto de vista norteamericano, rebotan como un espejo informaciones no confirmadas o “filtradas” para generar confusión y en algunos casos estados de opinión. El barraje de información es tan voluminoso que cuesta trabajo orientarse sobre lo que en realidad ocurre y se generan múltiples reacciones.
Lo mas importante es estimular determinados patrones de conducta para justificar la persecución, opacando lo negativo en el caso, que al final de cuentas, son las violaciones que el Gobierno norteamericano comete diariamente no solo contra otros países, sino y contra sus propios ciudadanos. Este método se conoce como Cortina de humo y su objetivo radica en la distracción de una realidad política o un acontecimiento en específico. Se caracteriza por maximizar o crear hechos intrascendentes con el objetivo de opacar hechos de transcendencia del enemigo.
No es menos importante el empleo de la intimidación como forma de terror espiritual con el único fin de ahogar en los adversarios la voluntad de enfrentarse, resistir y alcanzar sus objetivos. Para ello no solo se utilizan los grandes medios de difusión a su servicio, sino que se emplean además a otros medios que camuflajeados con un ropaje “progresista” o “izquierdista”, divulgan sus puntos de vista o proyectan las matrices de opinión que interesan a los círculos de poder en EE.UU.
La utilización de términos grandilocuentes y llamativos y las comparaciones con patrones negativos (la Stasi alemana, la KGB soviética, el G2 cubano y otros servicios demonizados por occidente), también sirven para intimidar fundamentalmente a los norteamericanos y crearles un sentimiento de incertidumbre, en una población de por si bastante aterrorizada.
Claro que el objetivo es generar temor a la acción de Snowden que filtro solo una mínima cantidad de las informaciones que por millones, los servicios de espionaje de EE.UU, nos “recogen” a todos los ciudadanos del mundo. Podemos estar seguros de que en ningún momento leeremos o escucharemos un titular de la CNN o ningún gran medio occidental diciendo: “Estafa mundial: Echelon y la NSA robaron hoy millones de correos privados enviados por los ciudadanos del mundo, vía Internet”
Este titular  como es lógico nunca va a aparecer porque para EE.UU hay un doble estándar – lo que puedo hacer yo, no lo puedes hacer tu.
De esta forma el hecho revelador de las escuchas y espionaje ilegal que hace EE.UU a sus ciudadanos y a otros países del mundo se pretende convertir en una novela de espionaje con un “traidor” como protagonista. Los individuos promedios recibirán toda esta avalancha de informaciones, rumores, mentiras, verdades y medias verdades, como si Snowden fuera el culpable de que su intimidad y seguridad fuera espiada diariamente por los “ojos” y “oídos” del aparato de espionaje de la NSA.
De paso se demonizarán algunos países que en un acto de soberanía dejen moverse libremente al perseguido espía-traidor, por lo que como dice el conocido refrán “se matarán dos pájaros de un tiro”.
No es menos apreciable la labor de falsificación que vienen desarrollando los artífices norteamericanos en Guerra Psicológica, al  entregar constantemente documentos y materiales de dudosa procedencia pero que al no poder ser verificables por los receptores se conviertan en “verdaderos” o “aceptables” dada la matriz de opinión creada y deseada sobre Snowden.
El caso Snowden seguirá sonando mientras le sea útil a EE.UU y “morirá” cuando deje de serlo.
Sino recuerden a Philip Agee, Daniel Ellsberg, Thomas Drake, William Binney, Kirk Wiebe y otros muchos que en su momento fueron victimas de estas campañas y después desaparecieron de los medios de difusión al servicio del “Eje de la Guerra”, comandado por EE.UU.
Por eso es importante que comprendamos que no siempre lo que parece es verdad. Desgraciadamente el imperio cuenta con los recursos para comprar muchas mentes brillantes como la de Snowden, que al contrario de este van a seguir apoyando al aparato y con ello lograr sus objetivos espurios.
Como dijera el archiconocido escritor norteamericano Mark Twain “Una mentira puede viajar la mitad del mundo mientras la verdad esta poniéndose los zapatos”

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