Un reciente informe israelí detalla la ubicación de las instalaciones y capacidades de las armas químicas sirias, destacando que persiste “una amenaza real e inmediata” de que estas podrían ser capturadas por organizaciones terroristas.
“Las fuerzas de la oposición han consolidado el control sobre el norte y las provincias orientales y están continuamente tratando de invadir depósitos de armas de Siria, algo que no han logrado hacer todavía, a excepción de la supuesta captura de una fábrica en las afueras de Alepo, por el Frente Al Nusra, en agosto de 2012″, dice el informe.
Según fuentes oficiales sirias, los rebeldes opositores pudieron capturar dos contenedores de gas sarín en un ataque a las fuerzas gubernamentales sirias en Al Faraich, Hama.
Según el estudio, el arsenal sirio de armas químicas se encuentra en 50 sitios, en su mayoría cerca de la frontera con Turquía, mientras que su producción ha sido desplegada cerca de cinco ciudades: Hama, Homs, Latakia, As-Safir y Palmira, siendo el mayor centro de desarrollo cerca de Damasco, dice el informe elaborado por el Instituto Internacional para la Lucha contra el Terrorismo (ICT), con sede en Israel.
El informe de 12 páginas destaca que durante 20 años Siria fue muy dependiente de materias primas y equipos de Rusia, Egipto, Alemania Occidental, Francia, Irán, Corea del Norte y posiblemente otros países, pero desarrolló su propio programa de producción de gas mostaza y sarín en la década de los 80 después de la firma del Tratado de Paz entre Israel y Egipto en 1979.
Se enumeran cuatro sitios donde se produce el gas sarín y gases VX, incluyendo una extensa planta puesta en marcha en 2005 y situada a unos 20 kilómetros al sureste de Alepo. El informe describe esta instalación como el centro más importante del país para la producción de productos químicos, su almacenamiento y su carga en las municiones.
El centro de investigación, desarrollo y pruebas es el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas, que reporta directamente a Bashar al Assad y ha sido objeto de sanciones occidentales desde hace más de una década.
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