Más de 200 personas resultaron heridas este viernes en México tras la brutal represión perpetrada por las fuerzas de seguridad a una manifestación pacífica emprendida por profesores, quienes rechazan reformar legales aplicadas al gremio educativo.
La cifra fue dada a conocer por servicios Médicos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organismo que precisó que la mayoría de los heridos son civiles.
Por su parte, el Comisionado Nacional de la Policía Federal, Manuel Mondragón, informó que 11 uniformados resultaron heridos leves y 32 personas fueron arrestadas durante la represión a la marcha.
Según narran medios locales, la violencia se originó cuando tras acabar el plazo que había sido fijado con el Gobierno para que los manifestantes desalojasen la plaza del Zócalo (en la capital), funcionarios policiales arremetieron contra los docentes para dispersarlos.
La agencia HispanTV reseñó que la mayoría de los congregados había abandonado esta plaza antes de que acabara el plazo para hacerlo, pero -indicó la agencia- los que se quedaron en el Zócalo empezaron a lanzar piedras y cócteles molotov contra las fuerzas del orden.
El pasado martes, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó la parte final de un polémico proyecto de ley de reforma educativa que obliga a los maestros a someterse a evaluaciones periódicas.
Para los educadores, esta legislación viola los derechos de los trabajadores de este sector. A su vez, rechazan que las recientes reformas legales eliminan el poder de los sindicatos sobre la educación.
La reforma educativa propuesta por el Gobierno -aprobada en diciembre de 2012 por consenso de los tres principales partidos- contempla la evaluación de los docentes de forma periódica y los resultados obtenidos de dichos exámenes pueden condicionar su permanencia o no en el cargo, posibles ascensos, así como incrementos salariales.
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