“Para derrotar a un sistema de muerte, hay que luchar hasta vencer. Ese objetivo común de lucha del pueblo, nos une en sólo pensamiento y una sola acción. Con sabiduría y coraje enfrentamos este tiempo donde las bestias están aniquilando al ser. La guerra del gas el año 2003, fue un claro ejemplo de la lucha del pueblo boliviano en defensa de sus recursos naturales, lo que se denominó “OCTUBRE NEGRO”.
Hace poco, a través de un medio de comunicación televisivo en Santa Cruz-Bolivia, se puso al extremo del descaro, una de las técnicas de manipulación utilizada por estos medios que obedecen a un fin diseñado estratégicamente por intereses extranjeros. Un ex Ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, “Zorro” que fue parte del genocidio de octubre negro en Bolivia, criminalizaba y acusaba a las organizaciones y movimientos sociales por el derrocamiento del presidente neoliberal, Gonzalo Sánchez de Losada.
Con su característico cinismo, Carlos Sánchez Berzaín, señaló que son víctimas de persecución política encabezado por Evo Morales... ¡Qué cinismo! Este sujeto execrable, goza de un asilo político en los EEUU por los favores otorgados al imperio al colocar de rodillas a Bolivia durante su nefasto gobierno, y cada vez que decide escupir estiércol sale por el mismo medio de comunicación.
Este medio de comunicación, sabe que la creación de opinión pública, la criminalización, la creación de estereotipos, la victimización, la descontextualización en la intervención de un entrevistado, genera réditos políticos, económicos y que propugnan a una desestabilización social.
Es parte de este sistema capitalista que la mayoría de los medios de comunicación como la televisión y la radio, hayan emergido al servicio de los grupos de poder para salvaguardar y fortalecer las prácticas que subyugan a las mayorías. Por ejemplo, los programas preestablecidos o los enlatados, tienen la finalidad de adormecer la conciencia del ciudadano a efectos de inducirles a vivir de fantasías y abstraerse de la realidad en concreto.
Con justificada razón manifestamos que la dictadura mediática que ejercen, se refleja al inculpar al pueblo de todos los atrasos, de la pobreza, del desempleo, de la corrupción, y de esa manera convencerlos de aplicar su fórmula de capitalización y privatización.
Y a esto se suma una oposición política, como ave de rapiña que no vislumbra nada positivo en la gestión de gobierno, una oposición que está en la búsqueda de cuerpos descompuestos para nutrirse de ellas y seguir vigentes. No advierten, que es el pueblo en las urnas quien elige a sus gobernantes y el tiempo que deben estar. No reconocen que en el perfil de la política boliviana, ahora deben incluir obligadamente a los pobres, a los indígenas, campesinos, y a los jóvenes.
En estos cambios de épocas, se puede advertir el despertar de los pueblos, y el progresivo repudio contra un sistema capitalista. Sin embargo, no podemos abstraernos de la realidad objetiva cuando afirmamos que los grupos de poder en el mundo, están diseñando una fórmula para seguir gobernando con el tradicional pasanaku entre sus miembros o a través de los palos blancos, me refiero a aquellos dirigentes que sin considerar principios éticos e ideológicos, siempre están dispuestos a venderse.
Todo hace presumir que el capitalismo ha cumplido ya su ciclo porque el desconcierto es global, y es justamente este descontento que ha llevado a nuestros pueblos de Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador a apostar por candidatos anti sistemas.
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