Marchan en las localidades de Quimper y Carhaix, en Bretaña, en oposición a un impuesto que prevé tasar a los camiones que circulen por las carreteras del país
Miles de personas se manifestaron hoy enBretaña, en el noroeste de Francia, contra la política del Ejecutivo, en favor de las medidas por el empleo y en contra del impuesto que prevé tasar a los camiones que circulen por las carreteras del país.
Como ya sucediera hace una semana, la concentración, que tuvo como epicentro las ciudades de Quimper y Carhaix, acabó conenfrentamientos entre algunos manifestantes y las fuerzas del orden, que utilizaron cañones de agua para dispersarlos.
10 mil personas calculan las autoridades, mientras que los organizadores estiman 30 mil
El clima de protesta viene incrementándose enBretaña en las últimas semanas, con el telón de fondo de la tasa a los camiones que quiere introducir el Gobierno.
El impuesto ha catalizado el descontento, amplificado por las consecuencias de la crisis económica en una región muy afectada por el cierre de empresas
Todo ello desembocó en una primera manifestación el pasado sábado, que la que estallaron incidentes violentos entre participantes y fuerzas del orden, con el balance de varios detenidos y heridos, entre ellos un obrero que perdió una mano.
Ante ello, y con el objetivo declarado de favorecer el retorno de la calma, el Ejecutivo decidió retrasar la entrada en aplicación del impuesto ecológico, que debía haber comenzado a cobrarse el próximo 1 de enero, pero que se ha pospuesto sin fecha.
Lo cual no ha servido para hacer rectificar a los organizadores, que piden que se anule completamente este impuesto. Se trata de un impuestoque será cobrado a los camiones, tanto galos como extranjeros que circulen por los 15 mil kilómetros de carreteras francesas no sujetas a peaje.
Según sus cálculos, afectará a unos 800 mil camiones de más de 3.5 toneladas y el Ejecutivo pretende recaudar con ella unos mil 200 millones de euros anuales.
El dinero recaudado será destinado a la financiación de infraestructura de transportes y la tasa persigue también cambiar los hábitos de los transportistas, potenciando aquellos menos contaminantes.
En la jornada de hoy, colectivos de obreros, pequeños empresarios, agricultores, pescadores y otros sectores se unieron a la jornada de protesta, con una gran variedad de peticiones en favor del empleo y laregeneración económica y con el objeto común de la crítica al Gobierno.
Las organizaciones locales y el sindicato FO se manifestaron enQuimper, mientras que la mayor parte de los sindicatos nacionales, menos críticos con la tasa ecológica, lo hizo en la vecina población deCarhaix.
La manifestación se produce en un momento en el que la popularidad del Gobierno y del presidente, François Hollande, está por los suelos y cuando las relaciones de los socialistas con sus socios ecologistas están en horas bajas.
Hollande es el presidente con menos apoyo popular desde que el jefe del Estado es elegido por sufragio universal.
jrr
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