Manifestantes rumanos denunciaron la excesiva violencia empleada por las fuerzas de seguridad para dispersar protestas en Pungesti, ciudad del norte del país, contra la extracción de gas realizada por la compañía petrolera estadounidense Chevron.
Por más de dos meses, residentes cercanos a ese sitio se mantuvieron acampados en señal de oposición a la utilización del método de facturación hidráulica para extraer gas, a causa de los múltiples daños ambientales que podría provocar.
Esta semana, la policía arremetió contra la multitud al parecer de manera muy violenta, calificada por las víctimas de “brutal”, enfrentamientos que provocaron numerosos heridos y decenas de detenidos.
Por su parte, Chevron anunció que ya pudo retomar sus labores de extracción.
Aunque a la prensa nunca se le permitió entrar al lugar de los hechos, testigos declararon que las fuerzas antidisturbios golpearon a unas 40 personas.
En un escena que parecía una operación militar, relataron, los militares ocuparon Pungesti, bloquearon todo los puntos de acceso e impidieron la entrada o salida de cualquier persona durante unas 24 horas.
Costica Spiridon, de 56 años y exalcalde de la ciudad, manifestó que los policía arremetieron a empujones contra los activistas.
“Ellos me agredieron y me fracturé una costilla”, apostilló.
Por dos meses, los manifestantes permanecieron en un campamento montado por ellos al lado del sitio destinado a la perforación, y se mantuvieron en casas de campaña pese a las inclemencias del clima, con temperaturas por debajo de cero.
Sobre el asunto, el primer ministro rumano, Victor Ponta, afirmó que la intervención policial se realizó 100 por ciento dentro de la ley, “y yo los felicito por esto”.
Sin embargo, otros reclaman una investigación sobre los hechos, como Maria-Nicoleta Andreescu, directora de una organización de derechos humanos.
“Hay evidencias suficientes de que las acciones de los gendarmes fueron al menos abusivas, incluso ilegales. Esta claro que las autoridades impidieron la entrada de la prensa para evitar que el público conociera el conflicto”, señaló.
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