viernes, 3 de enero de 2014

EE.UU. instruyó a militares mexicanos para combatir al EZLN y al EPR

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Comandos de la Armada recibieron entrenamiento especial de personal naval de EE.UU. para desarrollar 17 técnicas de inserción y rastreo, tras el levantamiento zapatista en enero de 1994
El levantamiento zapatista en enero de 1994 y la aparición de la guerrilla del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en junio de 1996, fueron momentos clave que obligaron a la modernización y actualización de la Armada de México, carente entonces de un Cuerpo de Infantería de Marina capaz de enfrentar las amenazas a la seguridad interior.
Mientras el Ejército Mexicano activaba a la Fuerza de Tarea Arcoíris (FTA) en 1994 para contener y aniquilar al movimiento zapatista, la Armada de México hizo lo mismo y creó la Fuerza Tarea del Golfo Sur (FTGS), integrada por 1,650 elementos distribuidos en al menos 10 Estaciones Navales alrededor de las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
La Marina actuó a la par de la FTA del Ejército en Chiapas mediante Patrullas compuestas por unos 25 elementos (1 Capitán u Oficial; 1 Maestre o Cabo; 2 conductores, 2 radio operadores, dos rastreadores; 3 Escuadras de Rastreo formadas por 5 hombres cada una), detalla el libro Historia General de la Infantería de Marina Mexicana, Tomo II, ordenado por el alto mando naval y presentado el 14 de noviembre en instalaciones del Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV).
La sección del libro que aborda la actuación de la Marina en el conflicto zapatista y ante el EPR fue investigada y escrita por la Teniente de Fragata, Leticia Rivera Cabrieles, y en ella se revela que para avanzar en la zona selvática y de montaña en torno a las bases del EZLN, los comandos de la Armada recibieron entrenamiento especial por parte de personal naval norteamericano, para desarrollar 17 técnicas de inserción y rastreo.
No dejar huellas del avance, borrar las que hubiera con ramas y yerba, y evitar tocar rocas y árboles con las manos para evitar ser rastreados por perros del enemigo, fueron algunos de los puntos aprendidos por los marinos.
Andar de noche, caminar de espaldas para simular ir de salida e incluso fabricarse botas con las suelas al revés (para aparentar caminar en sentido contrario) fueron recursos empleados constantemente por los elementos navales en Chiapas.
EPR, la misma técnica
Los marinos aplicaron las misma técnicas en Guerrero para rastrear y ubicar campamentos y bases de entrenamiento del EPR, señala el texto en el que se reconoce que la inexistencia de una Infantería de Marina formada y equipada para tales misiones alertó a los mandos sobre la necesidad de modernizarse e incluso de cambiar la estructura operativa de la Armada.
Dos momentos han marcado la historia reciente de la Marina; el alzamiento zapatista y la orden presidencial de participar en la guerra antidrogas, señala el texto en el que se agrega que en estos episodios históricos es cuando la Armada ha recibido más presupuesto y atención.
El libro sobre la Historia de la Infantería de Marina señala que tras el levantamiento zapatista, los oficiales navales recibieron, durante todo el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, el Curso de Operaciones Costeras-Fluviales y Ribereñas y otros adiestramientos, todos impartidos por personal de la US Navy.
En 1995, el Teniente de Navío Edwin D. Kaiser, de la Marina de los Estados Unidos (hoy Capitán de Navío y desde el 2008 Comandante de la Fragata de Misiles Guiados USS Simpson –FFG-56) y otros tres oficiales de ese país, impartieron a marinos mexicanos el curso de navegación y patrullaje en ríos.
En 1997, personal naval norteamericano impartió a las unidades de Infantería de Marina el Curso de Rastreo, vital para que los marinos pudieran acercarse a los campamentos zapatistas sin ser descubiertos, se detalla en el libro.
“El curso fue de gran utilidad en las operaciones de baja intensidad que se desplegaron contra el EZLN”, señala el texto en el que se agrega que “resulta fácil comprender que el rastreo podía afectar a aquellas unidades de Infantería de Marina que actuaban en la retaguardia o en la zona ocupada por el zapatismo, y para las cuales era cuestión de vida o muerte no delatar su presencia”.
Las técnicas
El Curso de Rastreo fue impartido para evitar ser descubiertos por las patrullas del EZLN -que usaban perros adiestrados, según la Marina- y a la vez para no dejar huellas de la presencia naval en la zona controlada por los zapatistas.
Las 17 técnicas de control aprendidas por los marinos mexicanos fueron las siguientes:
–No dejar ningún tipo de huella, por insignificante que pareciera, sobre todo en los altos y en el vivac.
–Borrar con una rama las huellas que no se hayan podido impedir.
–Evitar tocar con las manos; un buen perro rastreador lo detectaría.
–Dispersarse siempre que la situación y el conocimiento del terreno lo permitiera para converger posteriormente en un punto de reunión. De tener que ir juntos, pisar todos la misma huella.
–Procurar andar por terreno duro, sin remover las piedras.
–Apartar las ramas, no romperlas.
–Andar durante la noche.
–Caminar de espaldas, o si es posible colocarse unas suelas al revés o trapos envolviendo el calzado.
–Recurrir al calzado igual al empleado por la población civil o por las fuerzas enemigas.
–Utilizar cursos de agua, manteniéndose en el centro de la corriente y en aguas profundas: ello obligaría al perseguidor a seguir en ambas direcciones. Hacer algunas salidas falsas hasta un terreno duro y volver al río caminando hacia atrás: salir por una zona de piedras donde no queden huellas.
–Utilizar la misma técnica al caminar por una carretera asfaltada.
–No molestar a los animales salvajes, sobre todo pájaros, ya que estos vuelan círculos por encima de la zona donde han sido espantados.
–En temperatura cálida las heces atraen a las moscas, por lo que son fáciles de descubrir. Un perro adiestrado las localiza rápidamente.
–Si se usa bastón al andar, la marca de la punta sobre el suelo ayuda a los perseguidores a seguir el rastro.
–A menos que sea imprescindible, nunca encender fuego. En caso de hacerlo, se utilizaban las medidas enseñadas en supervivencia para disimularlo.
–A pesar de lo dicho en el punto anterior, si los rastreadores están próximos, cabe, como trampa, encender una hoguera en una zona oculta y retirarse inmediatamente. Esto atraerá a los perseguidores que perderán tiempo montando el ataque.
–Cuando se tiene equipo enemigo, raciones, etc, es una buena táctica ir abandonándolo con prudencia a lo largo del rastro. Si los rastreadores no están seguros de a quién persiguen, esto los podría confundir y llevarlos a pensar que siguen los pasos de una de sus unidades.
Como colofón a su actuación en Chiapas y en Guerrero contra el EZLN y el EPR, la Marina reveló que, entre 1994 y el 2002, esa dependencia y la Sedena desplegaron un total de 238 mil 983 elementos, incluyendo relevos de ambas secretarías.
La Marina reconoce también que “existió cierta autonomía militar (sic) para decidir la aplicación de ciertos operativos (sic) en zonas conflictivas y para la compra de armamento diverso individual, ligero y pesado, terrestre, aéreo y naval”.
En cuanto a la matanza de Acteal, la Armada de México asegura que en ésta participaron en forma directa Kaibiles de fuerzas especiales del Ejército de Guatemala, “por la forma como dieron muerte a las mujeres embarazadas”.
lasillarota

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