Residentes de Deer Treil, una ciudad en Colorado que se ha declarado zona libre de drones, están por votar la venta de licencias para cazar los aviones no tripulados que penetren en su espacio aéreo.
“Cuando un drone entre en el espacio aéreo de Deer Trail, esto se considerará como un acto de guerra. Solamente se puede disparar a los drones que vuelen a menos de 300 metros. Aun cuando su vida corra peligro, se puede disparar solo tres veces contra un avión no tripulado”, comenta el veterano Phil Steel, autor del proyecto legislativo.
Si la iniciativa de Steel es aprobada en abril, Deer Trail, población de unos 550 habitantes, se convertirá en la primera ciudad cuyos ciudadanos, previo pago de unos 25 dólares por una licencia, podrán libremente disparar a un drone.
“He declarado la soberanía y la supremacía del espacio aéreo de mi ciudad”, dice Steel en una entrevista al periódico ‘The Los Angeles Times‘. “Este es un acto de sedición y me enorgullece afirmarlo”, señala.
Pese a que, a primera vista, la controvertida idea parece irrealizable, ésta ya gana simpatizantes entre la población, cuya aprobación se reflejaba en un gran cartel blanco que rezaba ”No a la zona de drones” hasta que alguien lo robó en diciembre.
Por otra parte, las autoridades también se muestran interesadas en la idea, que contemplan como una fórmula más para recaudar ingresos presupuestarios. “Un poco de dinero no nos vendría mal”, dice Frank Fields, alcalde de la ciudad, aunque reconoce que sería un método un poco revolucionario.
Aunque su normativa no ha sido aprobada, Steel ya está vendiendo licencias para cazar drones en todo el país a traves de PayPal. Según sus datos, los deseosos de cazar un drone residen en 41 estados estadounidenses y en dos provincias de Canadá.
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