A cinco semanas de la celebración del Mundial de Fútbol en Brasil, la Policía Federal de este país ha realizado el miércoles un paro y ha advertido de que si el Gobierno no atiende su pliego de reclamos, no trabajará los días del torneo internacional.
Los agentes de Fortaleza, Maceió, Aracaju y Natal (noreste), en Belem do Pará (Amazonía) y Porto Alegre (sur), también han acatado la paralización de labores en reclamo de una reestructuración del plan de carrera, reajustes salariales, nuevas contrataciones y cambios en los procesos de investigaciones criminales, entre otras reivindicaciones.
En Río de Janeiro (sureste), una de las doce sedes del Mundial de Fútbol 2014, André Vaz de Mello, presidente del sindicato de la Policía Federal (PF) del citado este estado, ha evaluado que la huelga “ha tenido buen seguimiento” y ha amenazado con desencadenar una huelga durante la Copa del Mundo, si el Gobierno no satisface las demandas de su gremio.
Asimismo, los policías federales encargados del control de las fronteras, los aeropuertos y los puertos, así como del combate de delitos, como el narcotráfico y el contrabando, se manifestaron pacíficamente en los alrededores del edificio donde el seleccionador de Brasil, Luiz Felipe Scolari, dio la lista oficial de convocados para el Mundial, que comienza el 12 de junio.
Entre tanto, en la playa de Copacabana, manifestantes colocaron balones de fútbol en la arena, junto con cruces rojas y carteles con fotos de algunos de los niños que han muerto o han sido heridos de bala en las favelas desde 2007.
El evento futbolístico más importante del año, que este 2014 se celebrará en Brasil del 12 de junio al 13 de julio, es la carta baza que usan diferentes medios para presionar al Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a fin de alcanzar sus reclamos.
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