lunes, 14 de julio de 2014

Se fugó el hombre de FIFA acusado de la reventa de entradas


Raymond-Whelan
Match Services es la empresa a la que FIFA le concedió la venta de entradas para varios Mundiales. En su directorio aparece Philippe, el sobrino de Blatter en nombre de una empresa de la que no es accionista; y los hermanos Byrom, mexicanos claves en todo el tema desde el Mundial 1986, que fue en México. El ejecutivo de Match Services investigado por la Policía Civil brasilera, que tiene muchas horas de grabaciones telefónicas ordenadas por la Justicia Federal, se llama Raymond Whelan, quien fue detenido. Pero Whelan, apodadao “Ray” huyó, probablemente de Brasil.
En la tarde del viernes 11/07, la Justicia de Río de Janeiro recibió una denuncia de la Fiscalía y decretó la prisión de 11 acusados que participan en la maniobra de reventa de entradas, entre ellos Whelan. Por lo tanto, fueron a buscar a Whelan… pero éste ya había dejado el hotel.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Raymond Whelan, director de la distribuidora oficial de entradas del Mundial 2014, Match Services/Match Hospitality, y acusado de encabezar una red de reventa ilegal en la Copa del Mundo, está prófugo de la Justicia, aseguró la Policía Civil en Río de Janeiro.
“Equipos de la 18. Comisaría Policial, coordinados por el comisario Fabio Barucke, estuvieron en el Copacabana Palace Hotel en la tarde hoy para cumplir la orden de prisión preventiva expedida por la Justicia contra Whelan. Según el comisario, el inglés huyó del hotel y ya es considerado fugitivo”, confirmó la comisaría responsable de las investigaciones.
Whelan había sido arrestado el lunes 07/07 junto a otros sospechosos, pero un día después fue liberado bajo fianza. Whelan fue beneficiado por un hábeas corpus y, tras pagar una fianza y entregar su pasaporte a las autoridades como compromiso de que no abandonaría el país, él dejó la comisaría y no tenía una fecha definida para prestar una nueva declaración.
En la tarde del viernes 11/07, la Justicia de Río de Janeiro recibió una denuncia de la Fiscalía y decretó la prisión de 11 acusados que participan en la maniobra de reventa de entradas, entre ellos Whelan.
Por lo tanto, fueron a buscar a Whelan… pero éste ya había dejado el hotel.
Las autoridades indicaron que el británico dejó incluso sus maletas y salió por una puerta exclusiva para empleados, como constataron las imágenes del circuito cerrado.
“Él es considerado prófugo”, dijo el comisario responsable de las investigaciones, Fabio Barucke, quien confirmó que el nombre de Whelan fue puesto en la lista de personas buscadas por la Interpol.
En un comunicado, el abogado del británico, Fernando Fernandes, indicó que la defensa recurrió la decisión de la justicia de decretar una nueva prisión y justificó que Whelan entregó su parte y se comprometió a colaborar con las investigaciones, aunque no mencionó su paradero.
Match Hospitality fue la empresa escogida por la FIFA para ofrecer las entradas del Mundial en paquetes reservados por empresas y para operar las reservas hoteleras para los futbolistas de las diferentes selecciones y los dirigentes del organismo rector del balompié.
El Ayuntamiento cerrará una veintena de calles desde la medianoche del sábado y ha reservado 1.650 controladores para el esquema extraordinario de tráfico: como es costumbre, los aficionados sólo podrán llegar a Maracaná en metro, sin duda uno de los puntos calientes de mañana.
Según la Fiscalía, los 11 acusados responderán por los delitos de asociación para delinquir, reventa ilegal, corrupción activa, lavado de dinero y evasión fiscal.
El miércoles 09/07, la empresa Match Services rechazó, con duras críticas a la policía brasileña, todas las acusaciones, y aseguró a través de un comunicado que el arresto de Whelan fue “arbitrario e ilegal”.
Match también calificó como ilegal la “filtración a los medios de fragmentos de conversaciones privadas grabadas” al directivo, en las que al parecer negocia con entradas exclusivas en el Copacabana Palace, hotel en el cual la FIFA mantiene su “cuartel general” durante el Mundial.
La compra clandestina de entradas para la final (cuyo precio puede alcanzar los 12.000 euros) se ha convertido en un asunto principal de la vida cotidiana en Río: una parte significativa de los simpatizantes argentinos arriban a Brasil sin boletos para el partido.
Las operaciones policiales realizadas contra cambistas ilegales (entre ellos, ciudadanos argentinos) durante el torneo han dificultado la vida a los revendedores, que ahora son vigilados con más ahínco que nunca al empezar a desenredarse el ovillo de la ‘Operación Jules Rimet’, en la que la policía ha analizado ya la mitad de las 50.000 conversaciones telefónicas grabadas con autorización judicial a Whelan y al presunto N°2 de la trama, el empresario argelino Lamine Fofana, que manejaba una red de casi 30 personas.
Unos 5.000 policías militares fuertemente armados trabajan durante la víspera del partido, atentos a lo que pueda suceder después del Brasil-Holanda en las zonas más pobladas por simpatizantes argentinos.
Una preocupación de la policía son los barrabravas (hinchas violentos argentinos), 53 de los cuales han sido ya apresados y deportados a su país por la policía brasileña en lo que va de Mundial (batiendo un récord en este capítulo). La inmensa mayoría de ellos integraba una lista de 2.100 hinchas violentos que tienen prohibido el ingreso a estadios en su país y que el Gobierno argentino entregó al brasileño antes de comenzar el Mundial como parte de un acuerdo de cooperación para la seguridad del evento.

0 comentarios:

Publicar un comentario