Un exfuncionario de la Casa Blanca, Paul Craig Roberts, declaró a la cadena iraní Press TV que el derribo del Boeing de Malaysia Airlines en el este de Ucrania se debe a un complot que Washington ha tramado para involucrar a Rusia.
El derribo del avión con 298 personas a bordo “ayudó a Washington a convencer a los europeos de aplicar sanciones y demostró ser propaganda muy eficaz contra Rusia”.
El exfuncionario apuntó que “Kiev rechaza publicar la comunicación entre controladores de vuelo ucranianos y la aeronave, no sabemos si fue desviada hacia la zona de combates”.
Por su parte, Estados Unidos rehúsa desvelar la información del satélite que habría estado sobrevolando la zona el 17 de julio de 2014, añadió.
Los investigadores holandeses, según Roberts, niegan la responsabilidad de Rusia en el siniestro, pero sus palabras “no reciben la misma atención que las acusaciones”.
“Parece claro que es un mecanismo usado contra Rusia, así que solo sirve a Washington y a su régimen títere en Kiev. Estoy seguro de que Washington y Kiev son responsables”, afirmó.
El Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio de 2014 en la región de Donetsk, en el Este de Ucrania.
Un informe preliminar sobre la investigación de la catástrofe, publicado por los Países Bajos, atribuye el siniestro “a daños estructurales del avión provocados por una acción externa”, sin indicar cuál.
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk, pero estas rechazaron las acusaciones afirmando que no disponían de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.
El pasado 29 de julio, Rusia bloqueó en la ONU la creación de un tribunal internacional sobre MH17, pero aseguró que seguirá contribuyendo a una investigación cabal y objetiva.
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