La policía israelí ha sido autorizada a utilizar francotiradores contra civiles que lanzan piedras en Jerusalén Este, una práctica que anteriormente se limitaba a los soldados israelíes en Cisjordania.
“A la policía israelí se les ha permitido utilizar francotiradores contra los palestinos que lanzan piedras a los soldados a pesar de que una respuesta letal no es necesaria”, afirma Sarit Michaeli, portavoz del Centro Israelí de Información para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem).
Esta política sólo se ponía en práctica Cisjordania, pero ahora se ha extendido a la Jerusalén oriental ocupada, que está vigilada por las fuerzas israelíes. Los oficiales podrán abrir fuego “si los lanzadores de piedras están poniendo en peligro las vidas de la gente en coches o casas”.
La policía israelí usa rifles calibre 22 y serán entrenados para disparar las rondas en las piernas de los palestinos.
Según B’Tselem, los fusiles que serán utilizados por los francotiradores israelíes son absolutamente letales para los humanos y el uso de este tipo de armas se ha documentado en varios asesinatos en masa en otros países.
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