Congresistas, dirigentes de partidos políticos e integrantes de organizaciones de amistad con Cuba honraron hoy aquí a Fidel Castro, a quien agradecieron su solidaridad y contribución a la búsqueda de la paz para Colombia.
Haber llegado a un acuerdo (con las insurgentes FARC-EP) refrendado en esta misma sala del Parlamento, poder decir que vamos a avanzar con firmeza hacia la construcción de una paz con justicia social, pensar en conquistar un país distinto no sería posible sin la ayuda del pueblo cubano y de Fidel, por eso no nos alcanzará la vida para agradecerles, subrayó el senador Iván Cepeda.
El legislador por el Polo Democrático Alternativo, convergencia nacional de izquierda, destacó el papel de la isla como facilitadora y acompañante no sólo de las pláticas oficiales con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), sino de los acercamientos previos, conversaciones confidenciales, también con el igualmente guerrillero Ejército de Liberación Nacional.
Hay una diferencia -explicó- entre rendir homenaje a un líder político y honrar a una personalidad histórica, pues los primeros introducen cambios en sus naciones, en la vida de la gente; pero los segundos van más allá, trascienden en el tiempo, fundan épocas, cierran ciclos de la humanidad e influyen de manera duradera.
Pocas figuras de nuestra historia contemporánea han influido de forma tan seria, tan profunda en los destinos de millones de seres humanos como Fidel castro, consideró.
Presente también en la ceremonia de recordación la presidenta del Partido Unión Patriótica (UP), Aída Avella, lo definió como una de las tres grandes estrellas del siglo pasado, gigante de la política mundial, junto al sudafricano Nelson Mandela y el palestino Yasser Arafat.
Rebeldes, cercanos a sus pueblos, tuvieron y tendrán una dimensión universal, y es un orgullo que un latinoamericano ilumine el pensamiento y los corazones de tantos hombres y mujeres en el mundo, añadió la dirigente de UP al referirse a la impronta de Fidel, fallecido el 25 de noviembre.
Otro de los oradores de la cita fue el Representante a la Cámara, Alirio Uribe, quien reconoció también el aporte del país antillano para superar el largo conflicto bélico en esta nación andina, propósito para el cual brindó su territorio durante casi cuatro años, dijo.
El congresista recordó que La Habana fue la sede de los diálogos entre el Gobierno y las FARC-EP los cuales terminaron con el pacto suscrito el pasado 24 de noviembre y en vigor desde ayer.
Adicionalmente el presidente de la corporación José Martí, Jorge Cáceres, en nombre del movimiento colombiano de solidaridad, evocó la labor de los profesores de Cuba para erradicar el analfabetismo en el departamento de Boyacá mediante el método Yo sí puedo y la cooperación de sus médicos luego del terremoto que asoló al eje cafetero.
En su intervención mencionó la graduación de más de un millar de sus coterráneos en las universidades de la isla como otro gesto de hermandad.
En el transcurso del acto el destacado poeta José Luis Díaz-Granado leyó un poema inspirado en Fidel y un trovador entonó emblemáticas piezas del pentagrama cubano como Pequeña serenata diurna, del cantautor Silvio Rodríguez.
Al cerrar la ceremonia esta noche, el embajador de Cuba -José Luis Ponce- elogió la modestia del legendario revolucionario, su poder para cautivar lo mismo a reyes que a obreros, su afán por estar informado y pendiente de las amenazas que rondan a la humanidad al permanecer en una suerte de estado permanente de vigilia.
Para él no existían las palabras retroceder, ceder, rendirse, claudicar o dejarse presionar, esos espacios los llenó con otros conceptos como dignidad y entereza, subrayó.
PL
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