El exjefe de la agencia Federal de Inteligencia de Argentina durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Oscar Parrilli, denuncia que en Argentina existe un plan de espionaje político, comandado por Mauricio Macri, para perseguir opositores, y que algo similar ocurre en toda Latinoamérica.
El político y abogado se ha visto salpicado por la filtración de escuchas telefónicas que estaban a resguardo en la Justicia argentina y que han sido difundidas a la prensa.
También ha sido acusado, junto a otros funcionarios kirchneristas, del supuesto encubrimiento del atentado terrorista contra la asociación mutual judía de la AMIA, ocurrido en 1994 en Buenos Aires.
Según Parrilli,
“No tenga duda de que hay un nuevo Plan Cóndor, orquestado hoy por el Departamento de Estado de EEUU y por los fondos buitre, que financian permanentemente todas estas actividades y los grupos económicos dominantes en Argentina”.
“No tenga duda de que hay un nuevo Plan Cóndor, orquestado hoy por el Departamento de Estado de EEUU y por los fondos buitre, que financian permanentemente todas estas actividades y los grupos económicos dominantes en Argentina”.
“Ha vuelto a Argentina el perverso mecanismo, la triple alianza entre algunos medios de comunicación, sectores del poder judicial y los organismos de Inteligencia, que se unen para realizar espionaje político y persecución mediática y judicial a todos aquellos dirigentes opositores al actual Gobierno de Mauricio Macri”.
El exdirector de Inteligencia también relaciona las escuchas a Cristina Fernández de Kirchner, con aquellas difundidas en marzo de 2016 en Brasil, a una conversación telefónica privada entre el expresidente Lula da Silva y la entonces presidenta Dilma Rouseff, más tarde destituida.
“Si usted ve lo que ocurre en Argentina, en Ecuador, en Venezuela en Bolivia y en Brasil, es exactamente lo mismo. Antes de las elecciones, los medios de comunicación se inventaron un escándalo sobre Evo Morales. Incluso el presidente de Ecuador Rafael Correa, denunció que hubo un Plan Cóndor”.
No obstante, cabe destacar que los elevados niveles de corrupción de algunos de estos gobiernos, han facilitado enormemente, el trabajo de sus opositores.
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