Para recordar el primer aniversario del asesinato de la líder indígena Berta Cáceres, se realizará mañana jueves una vigilia frente al Consulado General de Honduras en la ciudad canadiense de Montreal.
En esa urbe de la provincia de Quebec, se espera la concentración en homenaje a la activista y defensora del medio ambiente, que incluirá la exhibición del documental Berta Vive, de la realizadora Katia Lara.
En la madrugada del jueves 3 de marzo de 2016, varios desconocidos ingresaron a la vivienda de Berta Cáceres, situada en La Esperanza, a 200 kilómetros de la capital, Tegucigalpa y dispararon sobre ella e hirieron a Gustavo Castro, sociólogo mexicano, quien fue testigo del asesinato.
Su lucha contra la implantación de proyectos hidroeléctricos y mineros aprobados por el gobierno hondureño sin previa consulta, en defensa de su comunidad fue la causa de su asesinato, según las organizaciones sociales en Honduras y en el exterior del país.
“Su muerte fue un gran impacto en la conciencia colectiva”, aseveró en conversación con Radio Canadá Internacional, el periodista hondureño Félix Molina.
“Berta fue una mujer destacada, con incidencia pública reconocida, defensora de los bienes comunes de la naturaleza. Su muerte resultó un recordatorio de lo frágil que es ser defensor de los derechos humanos en Honduras”, agregó Molina.
Los acusados del asesinato de Berta Cáceres recibieron entrenamiento en Estados Unidos y pertenecían a las fuerzas de inteligencia militar de Honduras de acuerdo a lo reflejado en el expediente jurídico del caso, reseña el periódico británico The Guardian.
Las evidencias contenidas en el expediente apuntan a la hipótesis de que la muerte de la activista indígena fue una ejecución extrajudicial. Así lo había denunciado ya el único testigo de la muerte de la indigenista, Gustavo Castro, quien señala al Estado hondureño como responsable. Para recordar el primer aniversario del asesinato de la líder indígena Berta Cáceres, se realizará mañana jueves una vigilia frente al Consulado General de Honduras en la ciudad canadiense de Montreal.
En esa urbe de la provincia de Quebec, se espera la concentración en homenaje a la activista y defensora del medio ambiente, que incluirá la exhibición del documental Berta Vive, de la realizadora Katia Lara.
En la madrugada del jueves 3 de marzo de 2016, varios desconocidos ingresaron a la vivienda de Berta Cáceres, situada en La Esperanza, a 200 kilómetros de la capital, Tegucigalpa y dispararon sobre ella e hirieron a Gustavo Castro, sociólogo mexicano, quien fue testigo del asesinato.
Su lucha contra la implantación de proyectos hidroeléctricos y mineros aprobados por el gobierno hondureño sin previa consulta, en defensa de su comunidad fue la causa de su asesinato, según las organizaciones sociales en Honduras y en el exterior del país.
“Su muerte fue un gran impacto en la conciencia colectiva”, aseveró en conversación con Radio Canadá Internacional, el periodista hondureño Félix Molina.
“Berta fue una mujer destacada, con incidencia pública reconocida, defensora de los bienes comunes de la naturaleza. Su muerte resultó un recordatorio de lo frágil que es ser defensor de los derechos humanos en Honduras”, agregó Molina.
Los acusados del asesinato de Berta Cáceres recibieron entrenamiento en Estados Unidos y pertenecían a las fuerzas de inteligencia militar de Honduras de acuerdo a lo reflejado en el expediente jurídico del caso, reseña el periódico británico The Guardian.
Las evidencias contenidas en el expediente apuntan a la hipótesis de que la muerte de la activista indígena fue una ejecución extrajudicial. Así lo había denunciado ya el único testigo de la muerte de la indigenista, Gustavo Castro, quien señala al Estado hondureño como responsable.
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