El uso excesivo de analgésicos fuertes –que se entregan con receta– es una epidemia que se extiende a través de gran parte de Estados Unidos. Las hospitalizaciones y las sobredosis por abuso de opiáceos se han disparado en los últimos años, y ahora es un grave problema de salud pública.
Pero se ha propuesto una forma de reducir drásticamente el nivel de abuso de opiáceos, así como el número de sobredosis: legalizar el cannabis. Un nuevo estudio observó la tasa de altas hospitalarias por abuso de opiáceos en varios estados, antes y después de haber legalizado la marihuana medicinal. Los resultados son consistentes con esta hipótesis y confirman los estudios anteriores en la materia.
La investigación, publicada en Drug and Alcohol Dependence, tomó los datos de las altas hospitalarias entre los años de 1997 y 2014, en 27 estados de EEUU. Los investigadores se centraron en los pacientes que habían sido dados de alta después de la dependencia, abuso y sobredosis de opioides, y encontraron que, en los estados que legalizaron el cannabis para uso médico, por cada 1.000 pacientes dados de alta, el número de abusos cayó un 23%. El número de sobredosis, por otro lado, cayó un 11%.
Estas cifras se alinean con otros estudios que han observado la misma tendencia. Cuando se legaliza la marihuana de uso terapéutico, cae el número de muertes por opioides, al igual que la cantidad de recetas emitidas para los medicamentos. Es un hecho que en lugar de usar potentes analgésicos, mucha gente se cambia a la marihuana legal.
Los investigadores señalan que, aunque no pueden estar seguros de qué es lo que está impulsando la disminución en el uso de opiáceos, sí confirman que que las pruebas son fuertes y que el fenómeno es una consecuencia indirecta de la legalización del cannabis.
El estudio surge en un momento clave en EEUU, cuando la administración de Trump ha puesto en duda los fundamentos de la legalización del cannabis. Pese a todas las pruebas que apuntan a que la legalización de la yerba ayuda a reducir el número de adictos a los opiáceos –como la heroína o los analgésicos– al Fiscal General Jeff Sessions se le ocurrió equiparar a la heroína con la marihuana, desoyendo toda la evidencia científica que indica hacia otra dirección.
Fuente, IFLScience
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