Los dirigentes europeos hacen un ejercicio de “hipocresía” en sus discursos sobre materia migratoria ya que, mientras lamentan las muertes en el Mediterráneo, se llevan a cabo políticas destinadas a la fortificar fronteras y evitar la llegada de refugiados, opinó Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en declaraciones a Sputnik.
“Europa se da golpes de pecho ante las imágenes de las muertes en el Mediterráneo o de lo que está sucediendo en Siria y otros muchos conflictos olvidados cerca de nuestras fronteras, pero al tiempo lo que se hace es fortificar el territorio para que los refugiados no lleguen”, asegura la secretaria general de CEAR.
En opinión de Galán, la Unión Europea adolece una “falta de voluntad política” para solucionar la crisis migratoria y su dirigentes hacen un ejercicio de “hipocresía” en sus declaraciones públicas al respecto.
A su modo de ver, los Estados miembros podrían implementar, si así lo quisieran, una serie de medidas “fáciles y sencillas” para allanar el camino a aquellas personas que se dirigen a Europa huyendo del hambre o de zonas de conflicto.
En concreto, Galán señala medidas como otorgar visados humanitarios a los refugiados en los países de tránsito, habilitar la posibilidad de solicitar asilo directamente en embajadas o consulados y poner en marcha un programa de rescate marítimo más eficiente.
Además, propone como medida “más garante” la creación “una vez por todas” de “corredores humanitarios y vías legales para que la gente pueda llegar a Europa sin poner su vida en riesgo”.
En un ámbito más político, Estrella Galán destaca que la Comisión Europea, el resto de instituciones comunitarias y los Estados miembros “deberían plantearse dar marcha atrás al acuerdo UE-Turquía y, por supuesto, no formalizar el anuncio de un posible acuerdo con Libia”.
En marzo de 2016, el club comunitario alcanzó un acuerdo con Ankara en el que se implantó la deportación de migrantes llegados a Europa hacia el país otomano como medida para frenar los flujos migratorios en el Mediterráneo.
Según señala Galán, las devoluciones de refugiados previstas a Turquía “apenas se han cumplido”, algo que celebra porque Turquía “no cumple estándares mínimos de respeto a los derechos humanos”
Este pacto se produjo de forma paralela al cierre de la llamada ruta de los Balcanes, en la que países como Macedonia, Eslovenia, Croacia y Serbia empezaron a aplicar medidas restrictivas que cerraban el paso a migrantes llegados a Grecia desde el Mediterráneo.
La secretaria general de CEAR recuerda que estas decisiones obligan actualmente a los refugiados a tomar “rutas más peligrosas” donde las mafias que trafican con persona obtienen mayores beneficios porque el camino a emprender el más largo.
Después de eso, en una cumbre celebrada en La Valeta (Malta) el 3 de febrero de 2017, la Unión Europea abrió la puerta a otorgar a Libia un total de 130 millones de euros para redoblar la presencia de guardacostas en sus aguas.
“Sería una vergüenza mayor de la que acostumbramos a enfrentar ya que Libia es un Estado fallido en el que prevalece la ley del más fuerte y no sabemos con quien se firmará ese acuerdo dado que no hay un Estado válido”, señala la secretaria general de CEAR.
A la luz de lo anteriormente expuesto, Galán lamenta que, al menos en estos momentos, la política europea en materia migratoria “no tiene visos de emprender un camino de mejora”.
Sputnik Novosti
0 comentarios:
Publicar un comentario