El expresidente de Ecuador Rafael Correa tilda al presidente de EE.UU., Donald Trump, de ‘estúpido’ y al de Brasil, Michel Temer de ‘traidor’.
En una entrevista concedida este viernes a la agencia española de noticias Efe en Montevideo, capital uruguaya, el exmandatario ecuatoriano ha arremetido contra las medidas de Trump, señalando que el inquilino de la Casa Blanca “ha batido el récord de estupideces”.
Al enumerar lo que catalogaba como estupideces del mandatario estadounidense, Correa ha sacado a colación la construcción de un muro en la frontera entre EE.UU. y México para frenar la inmigración ilegal, el entierro del deshielo de las relaciones con Cuba, iniciativa impulsada por el expresidente estadounidense Barack Obama (2009-2016), y la retirada de Washington del Acuerdo de París contra el cambio climático.
“¡Como si la inmigración se evitara con un muro¡ La inmigración se para con prosperidad, con paz, etc. Pero quiere construir un muro y que lo paguen los mexicanos, ¡la prepotencia!”, ha denunciado Correa.
Correa, que gobernó el país entre 2007 y 2017, ha calificado esas políticas como “extremadamente graves”, pues constituyen “expresiones tan elementales de la derecha más cavernaria y más arcaica que fortalecen a los procesos de izquierda”.
En otro momento de sus declaraciones, ha cargado contra el presidente brasileño y señalado que “de ahora en adelante la traición” va a cambiar de nombre y “se va a llamar Temer”.
“Ya es un fracaso total (el Gobierno de Temer) e insisto, veremos qué sucede en las próximas elecciones”, ha destacado Correa, para luego agregar que Brasil constituye “una de las grandes posibilidades de que regrese un Gobierno progresista en la región” con el plus de que sería “en el país más grande de América Latina”.
Temer, que acaba de cumplir un año frente al Gobierno tras el juicio político que sacó del poder a Dilma Rousseff, ha recibido constantes críticas por sus medidas económicas y polémicas decisiones, entre ellas, el impulso de una enmienda constitucional que congela el gasto público por 20 años.
El mandatario brasileño, junto a importantes miembros del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), está bajo investigación por obstrucción a la justicia, sobornos y asociación ilícita.
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