Las muertes son violentas. Hay denuncias de que les cortan los genitales y hasta la cabeza para meterlas luego en sacos de yute
La violencia homofóbica se ha convertido en una situación cotidiana en Honduras, en donde, solo en los dos últimos meses, fueron asesinados al menos seis transexuales y la cifra se eleva a 34 desde mayo de 2009.Cifras tan altas no han pasado desapercibidas para la comunidad internacional. Primero fue la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, más tarde, la ONG Human Rights Watch (HRW), que han hecho sonar las alarmas y han pedido al Gobierno de Porfirio Lobo que los crímenes no queden en la impunidad.
Según la cadena británica BBC, la CIDH denunció que en los dos últimos meses siete transexuales murieron en circunstancias que no han sido completamente investigadas.
La HRW, de su lado, situó a las víctimas en seis y pidió al Gobierno que haga todo lo posible para esclarecer las circunstancias de las muertes de forma rápida y exhaustiva.
De acuerdo con esta ONG, las víctimas transgénero fueron aparentemente torturadas antes de ser asesinadas y no se trata de incidentes aislados.
A esta preocupación internacional se sumó incluso el presidente estadounidense, Barack Obama, quien le recordó a Tegucigalpa que los derechos de las minorías sexuales no son de naturaleza especial, sino que se trata de derechos humanos.
En una entrevista con la BBC, Indyra Mendoza, presidenta de la Red Lésbica en Honduras, dijo que la impunidad es total, pues de 34 asesinatos solo hay un detenido.
Mendoza puntualizó que las muertes casi siempre se dan mientras ejercen como trabajadoras sexuales en las calles. "Las mataban de a dos. A una le cortaron los genitales y la cabeza, y los metieron en dos sacos", aseveró.
Mendoza reveló que la situación ha empeorado desde que Manuel Zelaya salió del poder por un golpe de Estado en junio de 2009.
"De 2004 a enero de 2009, hubo 17 víctimas. Desde el golpe a la fecha, ya van 34", dijo la activista, quien explicó que después de la salida de Zelaya se unieron a la resistencia.
"No somos zelayistas solo queríamos el regreso del orden constitucional", finalizó. (DVM)
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