Contrainjerencia – La guerra antiterrorista que libra EE. UU. se dirige también contra sus propios ciudadanos: 23 activistas antiguerra estadounidenses fueron llevados ante un tribunal de Chicago acusados de apoyar a organizaciones terroristas en Colombia y Oriente Medio.La investigación del FBI se reveló cuando se encontraron documentos abandonados por algunos agentes. Estos dosieres fueron hallados en la casa de una de los activistas y después de varios meses llegaron al alcance de los medios.
Según el Comité Stop FBI Repression (StopFBI.net) que ha hecho público el dossier extraviado por los investigadores federales, agentes del FBI que allanaron la casa de los activistas Mick Kelly y Gawboy Linden, se llevaron miles de páginas de documentos y libros, además de computadoras, teléfonos celulares y un pasaporte.
También dejaron atras los planes de la operación, las “preguntas de la entrevista” , los métodos de toma de muestras, etc. Los documentos secretos del FBI fueron mezclados accidentalmente con los archivos de Gawboy.
La incursión en la casa de Kelly y Gawboy fue una de las muchas redadas coordinadas en casas de Minneapolis simultaneamente así como en las oficinas del Comité contra la guerra, el 24 de septiembre de 2010. Dos familias fueron allanadas en Chicago. Hasta la fecha, 23 activistas contra la guerra y de solidaridad internacional han recibido citaciones para comparecer ante un Gran Jurado de Chicago dirigido por el fiscal federal Patrick Fitzgerald.
El archivo del FBI muestra el desprecio por los derechos de los militantes anti-guerra y los activistas de la solidaridad internacional – en particular los derechos relacionados con la Primera Enmienda sobre la libertad de expresión y de asociación.
Los documentos dejan claro que la actividad legal en solidaridad con los pueblos de Colombia y Palestina están siendo blanco de la policía. Según Stop FBI, los documentos usan el lenguaje de la era McCarthy, “lo que da la sensación de que el terror rojo de 1950 ha vuelto”.
La “Orden de Operaciones” para el equipo SWAT del FBI afirma que el caso se basa en las actividades de Meredith Aby y Jessica Rae Sundin en apoyo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización terrorista extranjera (FTO) según los criterios del Departamento de Estado.
El experto Juan José Gutiérrez, describe la situación actual como muy preocupante. En esta campaña “nadie está a salvo”, afirma.
Gutiérrez explica, que en todos los casos se investigan acontecimientos que tuvieron lugar hace muchísimo tiempo, aproximadamente hace 11 años, en 1999. Además, añade, la gente acusada solo eran las personas interesadas en conocer las realidades de los países que visitaban: Colombia y la Autonomía Palestina. Cómo el FBI relaciona sus visitas con el apoyo a las organizaciones terroristas, se pregunta el experto, esto no está claro.
Las leyes antiterroristas existentes, continúa, son definidas por el gobierno de una manera muy amplia, y posiblemente ilegalmente amplia, lo que dificulta mucho la participación de sus ciudadanos en las actividades legales.
“Parece ser, que las motivaciones que EE. UU. en estos momentos tiene para acosar y amenazar judicialmente a estos activistas antiguerra”, afirma el experto, “tiene que ver con la decisión del Estado de llevar esta guerra antiterrorista en contra de los mismos ciudadanos norteamericanos”.
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