EE. UU., uno de los estados más ricos del planeta 400 MULTIMILLONARIOS son cada vez mas ricos, sin embargo a pesar de tanta riqueza concentrada el Censo Nacional también indica que en el mismo territorio más de 40 millones de personas viven en la pobreza absoluta.
Un informe de la Coalición por los Indigentes de la ciudad de Nueva York, expresa que el número de personas en condición de desamparados de la ciudad alcanzó una cifra récord en 2010: 113.553 individuos durmieron en los albergues municipales; más de 42.888 en este grupo son menores de edad.
El Citi Private Bank en su Informe Mundial de la Riqueza 2011, anunció que los ricos del planeta tienen en sus manos más de 40 billones de dólares. "Entendemos que la inequidad social y el desempleo pueden destruir los logros de los mercados y las economías. Los documentos sobre repartición desbalanceada de la riqueza reflejan los elementos necesarios para la inestabilidad y la crisis. Se trata de una combinación peligrosa que puede ser la semilla para desestabilizar sistemas políticos", destaca Dominique Strauss-Khan, director del Fondo Monetario Internacional.
Y al sur de EE. UU., en Latinoamérica la meta de reducir la carencia de los habitantes cuyos ingresos son menores de un dólar por día no se ha podido llegar a cumplir.
El Servicio de Educación contra la Pobreza estima que hacia finales de 2010 más de 925 millones de personas padecían hambre. Son las dos caras de la moneda: desigualdades que en vez de acercarse incrementan su diferencia abismal.
LA ONU ANDA DESESPERADA POR LO QUE VIENE.
En vísperas del congreso internacional 'Save Food!' que se celebrará en Düsseldorf, Alemania, el 16 y el 17 de mayo, la Organización de la onU para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) ha hecho públicos los resultados de su estudio dedicado a la pérdida global y el gasto de comida.
El informe revela que cada año 1.300 millones de toneladas de alimentos van a la basura. La cifra equivale a un tercio de todos los productos que se producen en el mundo anualmente. El total corresponde a todo tipo de pérdidas: en la etapa de recogida de la cosecha, de almacenamiento y procesado, de distribución de los productos fabricados y de consumo.
En los países en desarrollo un 40% de las pérdidas se da en las etapas de almacenamiento y procesamiento de productos. La causa principal es un bajo nivel de infraestructura y tecnología, así como las escasas inversiones en la agricultura. La mayor parte de los residuos son frutas, verduras, verduras de raíz y tubérculos.
En los países desarrollados la situación es diferente: un 40% de las pérdidas se produce en la distribución y en el consumo. Los consumidores que residen en los países ricos echan a los vertederos casi la misma cantidad de comida (222 millones de toneladas) que produce por año toda el África subsahariana (230 millones de toneladas).
Es decir, que cada residente de EE. UU. y Oceanía -donde la cifra de pérdida total de alimentos es máxima, 300 kilos-, echa anualmente a la basura 115 kilos de comida. En Europa el índice es algo más bajo: 95 kilos de los 250 kilos totales per cápita. En América Latina de los entre 200 y 220 kilogramos de comida que se pierde por persona solo 25 kilos son culpa directa del consumidor. En África subsahariana y Asia del Sur, donde la cifra total promedio es de unos 120 kilos, un residente es responsable de tirar al vertedero solo entre 6 y 11 kilos de alimentos por año.
Los expertos de la FAO comentan que a nivel de distribución, la gran cantidad de residuos se debe a los existentes estándares de calidad que se centran demasiado en la 'apariencia física' de los productos. La solución que ofrecen es cambiar los estándares. Acentúan que numerosos sondeos confirman que los consumidores prefieren una comida segura y sabrosa, y no 'bella'
LO PEOR ESTA POR VENIR
La contaminación de la atmósfera causaría un serio déficit de alimentos para el año 2020, obligando a pasar hambre a un quinto de los habitantes del planeta.
La Fundación Ecológica Universal opina que el efecto invernadero oprimirá la producción de alimentos en la mayoría de los países. A la creciente población de la Tierra simplemente le faltará comida. Esta estimación se hizo basándose en los datos del Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (IPCC).
El mayor problema que va a enfrentar el mundo es el difícil acceso al agua, las lluvias menos frecuentes y la falta de irrigación en general. La producción de productos principales como el trigo va a disminuir aproximadamente en un 14%, la del arroz en un 11% y la del maíz en un 9%.
Los mismos daños se experimentarán en el sector ganadero, que no contará con bastante grano para criar a los animales. Los precios de la carne se incrementarán en alrededor de un 20%.
El punto más importante para la solución del problema es controlar las emisiones de dióxido de carbono. El asunto continúa en discusión a nivel global hace muchos años sin mayor éxito. A pesar de los varios intentos de regular las emisiones de este gas fatal, como el Protocolo de Kyoto, los líderes mundiales todavía no han encontrado una solución que les convenga a todos.
Sin embargo, hay pocas cosas que podrían ayudar a afrontar el desastre. Una de ellas sería trasladar varias plantaciones de unas zonas climáticas a otras y enseñar a la gente a comer más proteínas de arvejas y de papa dulce, en vez de carne.
El paulatino aumento de las temperaturas máximas que se registran en Asia durante el día y la noche causa la reducción del rendimiento de los cultivos del arroz en la región, lo que a su vez puede originar una crisis alimentaria, según los autores de una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Si no logramos cambiar los métodos de cultivo del arroz o crear nuevas variedades de arroz resistentes a temperaturas altas, la producción estará descendiendo durante los próximos decenios. El problema irá agravándose a medida que las temperaturas vayan creciendo”, señaló Jarrod Welch, el encargado de la invesigación, según el servicio de prensa de la Universidad de California, San Diego.
Estas son las conclusiones a las que han llegado los científicos tras analizar durante los últimos 6 años la productividad de 227 plantaciones de arroz ubicadas en los 6 principales países exportadores. Estas plantaciones situadas en China, la India, Vietnam, Filipinas, Indonesia y Tailandia producen anualmente cerca del 90% del arroz consumido a nivel mundial. Según el análisis matemático realizado por los especialistas, la productividad de estas plantaciones en los últimos 25 años de calentamiento global bajó entre un 10% y un 20%. “Hemos revelado que a medida que crezca el promedio de la temperatura diurna y de la temperatura nocturna, el rendimiento del cultivo de arroz baja. Este estudio nos permitió observar por primera vez los efectos producidos por el calentamiento global en el campo real y no en una plantación experimental”, dijo Welch.
Actualmente el arroz sirve de alimento principal para 3.000 millones de personas en la Tierra. La reducción del rendimiento de esta planta afectará 600 millones de habitantes que se encuentran entre los más pobres del planeta.
La Humanidad debera afrontar serios acontecimientos en el futuro, que solo conllevaran a estallidos sociales.
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