Un desconocido pintor de Los Ángeles (California) ha sorprendido con una colección de cuadros protagonizados por entidades financieras en llamas. Sus obras comienzan a cotizarse y en menos de dos meses su precio se ha multiplicado por 20.
Roberto Arnaz | lainformacion.com
Hasta el pasado mes de julio Alex Schaefer no era más que un pintor anónimo. Uno de los miles de aspirantes a artista de éxito que tratan de abrirse camino en Estados Unidos. Le costaba encontrar galerías que quisieran exponer su obra, nunca había vendido un cuadro por más de 1.000 dólares y se veía obligado a compaginar su pasión con las clases depintura en el Art Center College of Design de Pasadena (California).
Hoy Schaefer, de 41 años, va camino de convertirse en estrella del pincel, el precio de sus obras se ha multiplicado por 20 y las aulas en las que imparte sus lecciones se han quedado pequeñas. Y todo por trasmitir su frustración con la situación económica a su obra.
A principios de verano, mientras observaba el cuadro de la gasolinera ardiendo que el aclamado Ed Ruscha pintó en 1966, se le ocurrió una brillante idea: retratar a los culpables de la crisis, los bancos, consumidos por las llamas.
“Empecé retratando edificios de todo tipo incendiados pero, a medida que crecía mi frustración contra las entidades financieras, el dinero y la economía, mi pintura evolucionó de manera natural hacia los bancos ardiendo”, ha explicado Schaefer alainformacion.com desde su estudio, mientras daba las primeras pinceladas a su último trabajo: una oficina del Chase Bank ardiendo en el centro de Pasadena.
Su idea se ha convertido en un bombazo artístico, pero también un inesperado y lucrativo negocio para el artista. Sólo durante la última semana, Schaefer ha subastado con éxito dos de sus obras en Internet a través de eBay.
Un comprador anónimo de Alemania pagó 25.200 dólares por uno de sus flamígeros óleos sobre lienzo en una puja en la que participaron hasta 70 interesados. El pintor californiano todavía se sorprende con la cantidad pagada.
“No es un mal precio, sobre todo teniendo en cuenta que, en 1873, Vincent Van Goghvendió Viñedo Rojo en Arles, la única pintura que vendió en vida, por el equivalente a 1.835 dólares”, apunta Schaefer con cierta ironía.
Y no ha sido algo único. Apenas unos días después, un comprador estadounidense pagó 3.601 dólares por un cuadro de una sucursal de Bank of America incendiada de apenas 20 por 15 centímetros de tamaño en una puja en la que hubo hasta 40 ofertas.
El artista ¿terrorista?
Sin embargo, todo no han sido buenas noticias para Schaefer. La polémica temática de sus obras le ha traído compañías poco inspiradoras para un artista. La policía de Los Ángeles le ha interrogado hasta en dos ocasiones, “una en la calle mientras trabajaba y la otra en mi propia casa”, puntualiza.
“Me explicaron que alguien les había llamado comentándoles que se sentía amenazado por mis pinturas”, explica el pintor antisistema. “Me preguntaron cuáles eran mis intenciones, si era un terrorista y si tenía pensado poner en práctica lo que estaba dibujando”, recuerda Schaefer con tono burlón.
El artista les explicó que sólo era “una metáfora de la situación actual” y que “un verdadero terrorista no se pasa varias horas en la calle pintando su posible objetivo”. Sin embargo, no debió ser demasiado convincente: los oficiales tomaron su nombre, apellidos, dirección, teléfono y hasta su número de la seguridad social.
Quizá la visita de la policía estuvo motivada por la llamada de los empleados de alguna de las sucursales ardientes de Schaefer. De hecho, un portavoz de Chase Bank, Gary Kishner, ha asegurado que la entidad a la que representa tiene dudas sobre los cuadros.
“No nos tomamos la situación a la ligera”, ha asegurado Kishner en un comunicado, en el que recalca que “desconocemos las intenciones del artista” y que “nuestra prioridad es la seguridad de nuestros trabajadores y clientes”.
Reconocimiento público
Pese a las críticas, la popularidad de Schaefer se ha disparado. “La gente ya hasta me reconoce por la calle”, admite. Hace un par de días se le acercó un empleado de banca “que se autodescribió como “un cerdo capitalista” y le dio un abrazo.
Su programa de radio a través de internet, que hace apenas dos meses sólo escuchaban sus estudiantes, su familia y amigos, es ahora un referente en el mundo artístico angelino. Peculiar como Schaefer, el programa consiste en un diálogo del artista con sus oyentes en el que, mientras pinta, les explica sus trucos.
“Incluso hay gente que me llama para pedirme que pinte ardiendo las sucursales bancarias de sus localidades”, asegura el pintor, que se mostraría encantado de hacerlo “si no se olvidaran decirme cuál es la ciudad”.
Las pinturas de bancos en llamas de Schaefer serán la estrella de la exhibición ‘El desastre del Capitalismo’, que se abrirá el próximo mes de febrero en la galería Beacon Art’s Building del barrio angelino de Inglewood.
http://noticias.lainformacion.com/mundo/alex-schaefer-el-pintor-antisis
Hoy Schaefer, de 41 años, va camino de convertirse en estrella del pincel, el precio de sus obras se ha multiplicado por 20 y las aulas en las que imparte sus lecciones se han quedado pequeñas. Y todo por trasmitir su frustración con la situación económica a su obra.
A principios de verano, mientras observaba el cuadro de la gasolinera ardiendo que el aclamado Ed Ruscha pintó en 1966, se le ocurrió una brillante idea: retratar a los culpables de la crisis, los bancos, consumidos por las llamas.
“Empecé retratando edificios de todo tipo incendiados pero, a medida que crecía mi frustración contra las entidades financieras, el dinero y la economía, mi pintura evolucionó de manera natural hacia los bancos ardiendo”, ha explicado Schaefer alainformacion.com desde su estudio, mientras daba las primeras pinceladas a su último trabajo: una oficina del Chase Bank ardiendo en el centro de Pasadena.
Su idea se ha convertido en un bombazo artístico, pero también un inesperado y lucrativo negocio para el artista. Sólo durante la última semana, Schaefer ha subastado con éxito dos de sus obras en Internet a través de eBay.
Un comprador anónimo de Alemania pagó 25.200 dólares por uno de sus flamígeros óleos sobre lienzo en una puja en la que participaron hasta 70 interesados. El pintor californiano todavía se sorprende con la cantidad pagada.
“No es un mal precio, sobre todo teniendo en cuenta que, en 1873, Vincent Van Goghvendió Viñedo Rojo en Arles, la única pintura que vendió en vida, por el equivalente a 1.835 dólares”, apunta Schaefer con cierta ironía.
Y no ha sido algo único. Apenas unos días después, un comprador estadounidense pagó 3.601 dólares por un cuadro de una sucursal de Bank of America incendiada de apenas 20 por 15 centímetros de tamaño en una puja en la que hubo hasta 40 ofertas.
El artista ¿terrorista?
Sin embargo, todo no han sido buenas noticias para Schaefer. La polémica temática de sus obras le ha traído compañías poco inspiradoras para un artista. La policía de Los Ángeles le ha interrogado hasta en dos ocasiones, “una en la calle mientras trabajaba y la otra en mi propia casa”, puntualiza.
“Me explicaron que alguien les había llamado comentándoles que se sentía amenazado por mis pinturas”, explica el pintor antisistema. “Me preguntaron cuáles eran mis intenciones, si era un terrorista y si tenía pensado poner en práctica lo que estaba dibujando”, recuerda Schaefer con tono burlón.
El artista les explicó que sólo era “una metáfora de la situación actual” y que “un verdadero terrorista no se pasa varias horas en la calle pintando su posible objetivo”. Sin embargo, no debió ser demasiado convincente: los oficiales tomaron su nombre, apellidos, dirección, teléfono y hasta su número de la seguridad social.
Quizá la visita de la policía estuvo motivada por la llamada de los empleados de alguna de las sucursales ardientes de Schaefer. De hecho, un portavoz de Chase Bank, Gary Kishner, ha asegurado que la entidad a la que representa tiene dudas sobre los cuadros.
“No nos tomamos la situación a la ligera”, ha asegurado Kishner en un comunicado, en el que recalca que “desconocemos las intenciones del artista” y que “nuestra prioridad es la seguridad de nuestros trabajadores y clientes”.
Reconocimiento público
Pese a las críticas, la popularidad de Schaefer se ha disparado. “La gente ya hasta me reconoce por la calle”, admite. Hace un par de días se le acercó un empleado de banca “que se autodescribió como “un cerdo capitalista” y le dio un abrazo.
Su programa de radio a través de internet, que hace apenas dos meses sólo escuchaban sus estudiantes, su familia y amigos, es ahora un referente en el mundo artístico angelino. Peculiar como Schaefer, el programa consiste en un diálogo del artista con sus oyentes en el que, mientras pinta, les explica sus trucos.
“Incluso hay gente que me llama para pedirme que pinte ardiendo las sucursales bancarias de sus localidades”, asegura el pintor, que se mostraría encantado de hacerlo “si no se olvidaran decirme cuál es la ciudad”.
Las pinturas de bancos en llamas de Schaefer serán la estrella de la exhibición ‘El desastre del Capitalismo’, que se abrirá el próximo mes de febrero en la galería Beacon Art’s Building del barrio angelino de Inglewood.
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