Primeras victorias de la resistencia libia

Una parte no pequeña del destino de la humanidad se juega en las blancas arenas del desierto libio.


Cuando la gran prensa internacional daba ya por liquidada la Revolución libia, aseguraba que Muammar Gaddafi escapaba enloquecido y que la población acogía con entusiasmo a sus supuestos “libertadores”bien armados por la OTAN, la realidad se ha impuesto.
Todas las mentiras han quedado desnudas. Thierry Meissan ha descrito la toma de la ciudad de Trípoli que de ninguna manera fue obra de ninguna “oposición” libia sino de las fuerzas aéreas, navales y terrestres de la OTAN. Los mercenarios de la OTAN son incapaces de avanzar en la conquista del país y tampoco pueden consolidar sus conquistas.
David Cameron y Nicolas Sarkozy se han desplazado brevemente entre un mar de soldados armados hasta los dientes temerosos de recibir golpes de los ciudadanos libios.
El llamado “CNT” ha pospuesto indefinidamente el establecimiento en Trípoli de un supuesto“gobierno” ya que son incapaces de controlar nada y están enfrentados entre sí.
El reconocimiento por las Naciones Unidas de los títeres del “CNT” es una nueva manifestación de la bancarrota completa en que ha caído esta institución que, en vez de defender la paz en el mundo, es una simple caja de resonancia del imperialismo.
Los pueblos árabes, musulmanes, africanos y latinoamericanos no disimulan su admiración por la gesta heroica del pueblo libio, sus tribus, fuerzas armadas y dirigentes.
Una parte no pequeña del destino de la humanidad se juega en las blancas arenas del desierto libio, entre sus mezquitas puntiagudas y sus oasis sombreados. Como dijo el inmortal Salvador Allende: “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. ¡Libia vencerá!