La situación en Libia sigue siendo confusa. La OTAN y sus fuerzas mercenarias, a las cuales las grandes corporaciones mediáticas llaman rebeldes, ocuparon, ciertamente, las principales ciudades que están en la costa del Mediterráneo. Lo que está ocurriendo en el desierto, en las operaciones militares lanzadas sobre Sirte y Beni Wallid, nadie lo sabe. Hay un sospechoso silencio de los grandes medios sobre lo que allí pasa.
Lo cierto es que el poderío militar de las fuerzas imperiales y coloniales no ha podido ocupar esas plazas. Evidentemente han encontrado fuerte resistencia. De otra parte, un vocero del gobierno legítimo de Libia, Moussa Ibrahim, en una comunicación telefónica con un canal de TV sirio, declaró el fracaso de los intentos los invasores y afirmó que “la lucha contra la ocupación continuará por meses y meses”. Y el último parte militar de la Resistencia (14/9/2011) afirma que en distritos y barrios de Trípoli hay combates y en los tejados vuelven a verse las banderas verdes de Libia. La OTAN continúa sus criminales bombardeos contra la capital libia y aumenta el número de civiles muertos y heridos.
Las ofertas millonarias para capturar vivo o muerto al malo de Gaddafi no han dado resultado alguno. Entretanto, los enanos imperiales Sarkozy y Cameron estuvieron por Trípoli y Bengasi, custodiados por sobrevuelos de helicópteros apaches, un nutrido destacamento militar y un ejército mediático previamente seleccionado. Propósito no confesado de este “show mediático” ha sido discutir con el presidente del llamado Consejo Nacional de Transición la repartición del botín de guerra, de modo particular el petróleo, el gas, el agua y el uranio. Y también por algo que fue un gran negocio al concluir la destrucción de Iraq: la reconstrucción de edificios, puentes, calles, acueductos y otras infraestructuras. Mucho dinero se asignará a empresas constructoras y de otro tipo para tales “fines humanitarios” y la mayor parte, como ocurrió en Iraq, no llegará a su destino. Ah…y no podemos olvidar los 270 mil millones de dólares que Libia tenía en bancos de distintos países de Europa y Estados Unidos y que están congelados por obra y gracia de los gobiernos y bancos de numerosos países. Todos los participantes en la criminal agresión quieren también tener parte de ese pastel.
El papel de los monopolios mediáticos transnacionales en Libia ha sido escandaloso. Todos los principios éticos del periodismo han sido echados a un lado. Como decía un prestigioso escritor venezolano, “exageraron el alcance de manifestaciones opositoras, mintieron sobre que el gobierno de Gaddafi las había bombardeado, y reconocieron a una Junta que no representaba al pueblo libio ni dominaba el país”. ¿Recibirán también su parte los dueños de canales de televisión, grandes periódicos y revistas, por mentir, distorsionar y ocultar la verdad? No sería justo que no recibieran pago por los valiosos servicios que prestaron a la criminal OTAN y a las fuerzas mercenarias.
En medio de toda esta situación hay una iniciativa, nacida fuera de Libia, que merece total apoyo: la creación de la Agencia de Resistencia Libia. Su nacimiento ha tenido lugar en Caracas como una “una acción solidaria con el pueblo libio y su gobierno legítimo en resistencia contra la invasión colonial de las grandes potencias”. Tiene esta agencia el objetivo de difundir investigaciones y reportajes para esclarecer al mundo sobre la verdad de esta invasión neocolonial del siglo XXI.
Una de las primeras voces que ha dado todo su amor solidario a tal iniciativa fue la de la prestigiosa periodista argentina Stella Calloni al expresar en un mensaje dirigido a periodistas, escritores, académicos y activistas sociales: “Propongo que todos apoyemos a la agencia de la resistencia Libia ante la triste situación que nos plantea el hecho de que hay algunos intelectuales “progresistas” que confundidos, cooptados o que simplemente por no aceptar que desconocen la situación real están convalidando de hecho esta intervención colonial contra un pueblo generoso que nunca ha hecho daño a nadie”.
Varias organizaciones e intelectuales también han apoyado ese esfuerzo. Así, la Asociación Bolivariana de Comunicadores, que tiene su sede en Caracas, emitió un comunicado donde dice:
“Saludamos hoy lunes 19 de septiembre, la creación y nacimiento de la Agencia de Noticias de la Resistencia Libia. Brindamos por lo tanto a todo su equipo nuestro apoyo y solidaridad en la difusión de una información justa y libre de manipulaciones e influencias ejercidas por los grupos económicos, políticos y militares que están detrás de la intervención OTAN en Libia.
Valoramos que sea necesario e fundamental esta “batalla mediática contra la manipulación de las informaciones que realizan las grandes cadenas transnacionales”. Es un trabajo continuo que no conoce pausas porque constante e inmenso es el flujo de mentiras creadas para justificar la agresión, así como los crímenes contra la población civil cometidos por la OTAN y por los mal llamados “rebeldes” que no son otra cosa que mercenarios al servicio de las potencias imperialistas.
Agradecemos y valoramos los esfuerzos de los países del Alba y en particular de Cuba, Venezuela y Nicaragua que desde el principio propusieron valientes iniciativas de paz con el consenso del gobierno libio que pero fueron rechazadas por los “rebeldes” del CNT y por la OTAN.”
Winston Orrillo, destacado poeta y periodista peruano, Premio Nacional de Cultural de ese país y profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, también ha expresado su apoyo a la nueva agencia como parte de “nuestra defensa a la noble causa del pueblo libio, agredido por la OTAN, digitada por el gran genocida norteamericano, que pretende el latrocinio de sus urgentes reservas petrolíferas, todo cohonestado con la supuesta defensa de grupos rebeldes financiados por ellos mismos”.
También, entre otros muchos, Dick Emanuelsson, de Suecia, Analiza Melandri y Marniella Corregía, de la Red de No War, ambas de Italia, Basem Tajeldine e Hindú Andari, analistas internacionales de origen árabe y que viven en Venezuela desde hace muchos años, han dado su más firme apoyo a este proyecto en favor de la verdad sobre la lucha del pueblo libio y de otros muchos pueblos.
Este esfuerzo mediático es bien necesario ahora pues en el mundo hay gran preocupación de que el camino de conquista y ocupación de Libia emprendido por la OTAN puede tener en un futuro otros destinos en “aquellos rincones oscuros” de los que habló el guerrerista George W. Bush tras los atentados terroristas contra las Torres Gemelas.
martes, 20 de septiembre de 2011
Resistencia popular en Libia y la batalla mediática
13:35
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