martes, 8 de noviembre de 2011

La experiencia islandesa demuestra que es mejor dejar quebrar los bancos

 
Tres años después del colapso de los bancos islandeses, la economía de la isla se recupera y se erige como una prueba de que los gobiernos, en lugar de rescatar a estas entidades, deberían dejarlas quebrar y proteger a los contribuyentes.
Kaos. Internacional | Agencias
Tres años después del colapso de los bancos islandeses, la economía de la isla se recupera y se erige como una prueba de que los gobiernos, en lugar de rescatar a estas entidades, deberían dejarlas quebrar y proteger a los contribuyentes, según apuntan analistas.
En octubre de 2008,  los tres grandes bancos islandeses fueron barridos  por su exposición a la crisis de las  hipotecas "subprime", que días antes se cobró su mayor víctima con el banco estadounidense de inversiones  Lehman Brothers.
El gobierno de Reikiavik los dejó quebrar  y pidió un crédito de 2.250 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al cabo de tres años de  duras medidas de austeridad, la economía de la isla, poblada por poco más de 300.000 habitantes, muestra señales de  recuperación.
Y ello en medio de una crisis económica que ha puesto a Grecia cerca de la quiebra y generado planes de ajuste muy impopulares en  Portugal, Irlanda, Italia y España, para reducir un endeudamiento público inflado en parte por el rescate del sector bancario.
"La lección que se desprende de la manera en que Islandia ha manejado su crisis es que, en la medida de lo posible, es  importante proteger a los contribuyentes y las finanzas públicas  del coste de una crisis financiera", resume a la AFP Jon BjarkiBentsson, analista en el banco Islandsbanki.
"Nuestra forma de afrontar la crisis no fue una elección, sino que  se debió a la incapacidad del gobierno  de apoyar en 2008 a unos bancos muy grandes en comparación con la economía. Sin embargo, esto ha resultado relativamente bueno para nosotros", añade.
El sector financiero islandés valía antes de su quiebra 11 veces más que el Producto Interior Bruto (PIB) de la isla.
Krugman aplaude a una Islandia fuera del euro
El economista estadounidense y premio Nobel  Paul Krugman  coincide con las declaraciones de Bentsson.
"Mientras que los demás rescataron a los banqueros e hicieron a la gente pagar el precio, Islandia dejó que los bancos quebraran, y  expandió su red de protección social", escribió recientemente Krugman en un artículo en el  New York Times.
"Mientras que los demás se obcecaron en intentar aplacar a los inversores internacionales, Islandia impuso  controles temporales a los movimientos de capital, para darse espacio de maniobra", añadió.
Durante una visita a Reikiavik la semana pasada, Krugman recalcó que Islandia  debe su recuperación a su moneda nacional, la corona, y advirtió contra la idea de que la adopción del euro protege de los desequilibrios económicos.
"La recuperación económica de Islandia demuestra las  ventajas de estar fuera del euro", dijo Krugman, añadiendo que esto debería servir de advertencia a España.
Causas distintas
Sin embargo, el ejemplo islandés no puede equipararse con la situación de países comoGrecia o Italia.
"La gran diferencia entre Grecia, Italia y demás e Islandia en 2008 es que ésta última sufrió una crisis bancaria causada por el colapso de un sector hipertrofiado, mientras que los anteriores tienen una  crisis de deuda soberana  que se ha extendido al sector bancario europeo", explica Bentsson.
El ex primer ministro islandés,  Geir Haarde, en el poder durante la crisis financiera de 2008 y actualmente procesado por su manejo de la crisis, ha insistido en que el gobierno hizo lo correcto dejando quebrar los bancos y que los acreedores asumieran las pérdidas.
"Salvamos al país de la bancarrota", dijo Haarde, de 68 años, a la AFP en una entrevista en julio.
"Es evidente si se compara nuestra situación actual con la de Irlanda, por no hablar de Grecia", dijo, añadiendo que estos dos países de la UE "cometieron errores que nosotros no cometimos". "Nosotros no garantizamos las deudas externas del sistema bancario", añade.
Al igual que  Irlanda y Letonia, también rescatadas con ayuda internacional y en recuperación actualmente, Islandia acometió  duras medidas de austeridad.
La fórmula islandesa parece estar dando fruto. Tanto es así que su banco central aumentó el miércoles su  tasa directriz de interés  en un cuarto de punto, a 4,75%, siguiendo una tendencia opuesta a la de la mayoría de países desarrollados, que han recortado sus tasas para favorecer el crecimiento y evitar una nueva recesión.
Según el banco central islandés, el crecimiento económico en la primera mitad de 2011 fue de 2,5% del PIB, y se espera que en el conjunto del año ascienda a más del 3%.

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