La acción consistió en rodear el recinto de la Cámara Baja con tres marchas simultáneas, que confluyeron en las plazas de la Puerta del Sol, Neptuno y Cibeles, y que exigieron la dimisión del Ejecutivo y el arranque de un nuevo proceso constituyente.
La represión policial, en la que los agentes golpearon a los manifestantes, se produjo cuando un grupo de jóvenes intentaron traspasar la valla que protegía el parlamento, que como todos los martes celebraba sesión plenaria. Las cargas policiales se saldaron con 22 detenidos.
Además, hay 32 personas heridas, una de ellos, un manifestante que se encuentra en estado grave, sufrió una posible lesión medular, según han informado los Servicios de Emergencias. Cuatro de los heridos son agentes de la policía: uno de ellos presenta una contusión grave en la cabeza y los otros, diversas contusiones en el cuerpo. El resto, presentan golpes o contusiones debido a golpes de la policía o caídas.
Los policías, acompañados de decenas de furgones policiales, perros y caballos, argumentaban que quieren evitar lo que se denomina una toma “virtual” del Congreso: que alguien consiga sortear los cordones, hacerse una foto en el interior de las instalaciones y compartirla por las redes sociales.
Miles de personas de trasladaron desde diversas ciudades españolas hasta Madrid para secundar la movilización.
Se escucharon consignas como “Eso, eso, eso, nos vamos al Congreso”, “Menos policía y más educación”, “Lo llaman democracia y no lo es” o “Detrás de los leones, hay muchos ladrones”, este último en alusión a las dos estatuas de estos felinos que flanquean el edificio parlamentario.
“Queremos que esos que trabajan ahí con traje y corbata sepa que no tengo trabajo y que pronto no tendremos ni qué comer”, aseguraba a este diario Juan, un trabajador de la construcción al que se le agotará la prestación por desempleo en diciembre.
LibreRed
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