Por Albania Alvarado
Un día más del calendario el cual se denomina día de la juventud
Allende plantea que ser joven y no ser revolucionario/a, es una contradicción hasta biológica: históricamente la juventud ha sido la responsable de producir los cambios necesarios y si hacemos un recuento fotográfico encontramos un Jesús joven, rebelde y revolucionario, capaz de enfrentar al imperio más feroz, un Che aventurero, soñador, apasionado y decidido a liberar el mundo del salvaje capitalismo, un Fidel deportista, fuerte, concentrando, firme y con el amor más profundo que se pudiera tener por su patria, las Hermanas Mirabal también jóvenes, mujeres, estudiosas, amantes de sus hogares, esposos e hijos y con la plena conciencia y decisión de entregar todo a cambio de que nuestra república saliera de la feroz dictadura trujillista.
Los medios de comunicación venden un joven o una joven light, que no se interesa por los problemas sociales ni tampoco por ideal, sino que vive simplemente el momento, juventudes consumistas, interesados/as por el ultimo celular que salió al mercado y con un concepto de que debes ser grande y respetado; no es casual que este sea el estereotipo de juventud que nos vendan es precisamente lo que el sistema busca en cada uno/a, alienarnos para de esa forma no enfrentarlos, envolvernos en el día a día y las cosas banales. Nos quieren hacer creer que murió la utopía.
Ayer, como hoy existen jóvenes decididos y decididas a entregar todo a cambio de un estado diferente, en el cual predomine la igualdad, justicia, bienestar y felicidad. Cuando recorro los barrios de mi pueblo, las ciudades de mi país, y observo la realidad de América latina me encuentro con juventudes que están haciendo grandes aportes a nivel científico, cultural, político, profesional y social, sin embargo se queda en el anonimato ya que predomina una sociedad adulto-céntrica donde se ve la persona joven como un apoyo el cual debe seguir madurando para un día ser adulto y ocupar determinada posición a nivel empresaria, política y hasta en la misma sociedad.
Juventudes es hora de capacitarnos pero con un concepto de servicio y no individualista, es hora de organizarnos, potencial el movimiento juvenil organizado, dejar a tras sectarismo y actitudes mediocres, mirar el pasado para no cometer los errores del ayer pero valorando esas acciones ya que se hicieron con toda certeza de que se actuaba de la forma correcta, una juventud consciente, trabajadora y revolucionaria alcanzaremos la patria de Duarte, Luperón. Caamaño, Las Mirabal, Amín, Juan Alvarado y otros tantos/os hombres y mujeres que desde su juventud dieron todo por una quisqueya diferente.
Que viva la juventud de América, que viva la juventud unida.
31 de enero 2013
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