Matemáticas e historia. Son las dos materias que ha empleado el presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, para vender su ‘marca España‘ en unas jornadas organizadas por ‘The Economist’. Para Rajoy los casi seis millones de desempleados son síntoma de que la reforma laboral está funcionando y la dictadura de Franco fue sólo un régimen “autoritario”.
Rajoy ha empleado este término, en lugar de totalitario o dictatorial, para referirse a la dictadura franquista: “Hace 30 años en España había un régimen autoritario”, ha apuntado mientras hacía repaso de la reciente historia de España en un discurso en el que trataba de poner en valor la importancia de que dos grandes partidos se alternaran en el poder en España para dar “estabilidad” al país. A Rajoy, que ayer seguía sin entender su letra, le pudieron traicionar además, o las matemáticas o el subconsicente, ya que siendo estrictos en las cifras, en 1982 gobernaba la UCD de Leopoldo Calvo-Sotelo, partido que Rajoy en su discursó definió como el germen de lo que es hoy el Partido Popular. En diciembre de ese año daría comienzo el nuevo gobierno socialista de Felipe González.
“Hace 30 años en España había un régimen autoritario”El término utilizado por el presidente del Gobierno no es nuevo. El polémico Diccionario Biográfico Español ya contenía dicho término, información que desveló Público. La obra, que costó 6,4 millones al erario público, no hacía referencia alguna a la represión franquista. La entrada referida a Franco explicaba como el ‘valeroso militar’ “montó un régimen autoritario, pero no totalitario, ya que las fuerzas políticas que le apoyaban, Falange, Tradicionalismo y Derecha, quedaron unificadas en un Movimiento y sometidas al Estado. Una guerra larga de casi tres años le permitió derrotar a un enemigo que en principio contaba con fuerzas superiores”.
El tropezón ideológico fue criticado por multitud de historiadores, que calificaron de “insulto” y “vergüenza” la explicación que introducía la obra sobre las causas que provocaron la Guerra Civil española y que borraba el rastro de la represión franquista durante dicho régimen. Unas reticencias de coherencia histórica que quedan más en evidencia teniendo en cuenta que hasta el propio Franco ya definió en su momento su estado como “totalitario”. El diccionario salió a la venta sin cambios. El ministro Wert se desentendió de la polémica desde un primer momento de una obra, que a estas alturas parece que ya no tiene remedio.
El PP y el franquismo
El uso del término no resulta tan sorprendente si tenemos en cuenta los antecedentes que existen en el PP. Fraga, ministro durante la dictadura y fundador del partido ahora en el Gobierno no escatimó nunca en elogios al dictador. Tanto es así que se fue sin que el PP condenadara el franquismo. Numerosos ayuntamientos gobernados por los conservadores se han opuesto a retirar los honores al dictador, incluso alguno de ellos alardea de ello.
(Tomado de Público)
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