El Reino de Bahréin pagó a la cadena de noticias por cable CNN para que elaborase un “reportaje favorable” relacionada a la situación conflictiva que atraviesa este país del Golfo Pérsico, en medio de una violenta represión de protestas populares por parte de las autoridades, con el apoyo de fuerzas de seguridad sauditas.
La denuncia fue realizada por la exreportera de CNN Amber Lyon, quien aseguró que la monarquía pagó a la cadena donde trabajaba por el reportaje, mientras censuraban un documental filmado por ella en la que daba cobertura a la situación en ese país
“El documental fue rodado hace seis meses y publicado en Estados Unidos, pero nunca a través de CNN Internacional”, argumentó, sospechando así que su trabajo habían sido censurado.
Expresó que sus investigaciones comenzaron al conocer que Bahréin es cliente de CNN y “paga por contenidos que den una imagen favorable del Reino”, acotó.
Añadió que, incluso, cuando CNN alega que sus publicaciones no dependen del Reino, “este último podría influir en tales aseveraciones”.
Lyon explicó que su denuncia queda demostrada en el documental no publicado, en el cual se da una “cobertura certera de los abusos de derechos humanos cuando estuve allí”en Bahréin.
“Logramos zafarnos de nuestros guardaespaldas e ir a un par de aldeas donde pudimos ver aquellas atrocidades: pacientes ensangrentados huyendo de los hospitales, varios conductores de ambulancia estaban siendo golpeados. Mientras salíamos de aquellos pueblos nos detuvieron violentamente las fuerzas de seguridad”, detalló.
“Eran unas 20 personas en uniforme y llevaban fusiles automáticos. Querían borrar todos los vídeos que teníamos. Afortunadamente, la productora y yo conseguimos esconder algunos discos en el sujetador y así nos quedamos con este material”, precisó.
La periodista comenta que después de su publicación comenzaron las llamadas telefónicas, “quejándose de mí y tratando de retirar mi reportaje de la emisión”.
“CNN, cadena que se autocalifica como bastión del periodismo de excelencia e imparcial, está creando esencialmente lo que algunos definen como “comerciales informativos para dictadores (…) Con ello se violan todos los principios éticos del periodismo, puesto que en este caso nos convertimos en protectores de estos Gobiernos”, denunció.
Es por ello, prosiguió, que CNN se encuentra bajo una fuerte presión a la hora de criticar lo que sucede en Arabia Saudita y Bahréin, mientras se demoniza a Irán y Siria a cualquier hora del día.
“A muchos de nosotros, los periodistas, nos preocupa que nos estemos metiendo en un ‘segundo Irak’, pero esta vez con el objetivo puesto en Irán”, concluyó.
teleSUR-AFP-RT-PressTV/MARL
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