Otro de los niños que aparecen en el vídeo publicado por los llamados Cascos Blancos sobre el supuesto ataque químico en la ciudad siria de Duma (Guta Oriental) ha revelado que todo fue un montaje y que las presuntas víctimas ni siquiera sabían lo que estaba pasando.
Según ha informado este viernes la agencia rusa Sputnik, Mustafa, un niño de 10 años de edad que aparece como una de las víctimas en el vídeo publicado por los Cascos Blancos, ha revelado que el vídeo en cuestión no fue más que un montaje y que los menores participaron en él con la promesa de regalos, si ejecutan a la perfección las órdenes de los Cascos Blancos y los integrantes de los grupos armados.
Antes, los Cascos Blancos, una oenegé respaldada por el Occidente y conocida por sus vínculos con grupos terroristas, habían publicado un vídeo que Estados Unidos y sus aliados utilizaron como argumento para realizar un ataque con misiles contra Siria.
“Nos reunieron (a los niños) cerca del hospital y nos dijeron que si hacíamos todo correcto, nos darían galletas y patatas fritas (…) Luego nos echaron agua y los adultos nos abrazaron y corrieron con nosotros hacia el hospital. Al final nos dieron la comida que nos habían prometido y nos dejaron jugar”, ha dicho Mustafa, entrevistado por Sputnik.
Mustafa ha agregado que los integrantes del grupo terrorista Yeish Al-Islam les habían prometido más comidas y dulces a los niños, si ellos concedían entrevistas a varios medios confirmando que sufrieron los efectos de un ataque químico.
Los Cascos Blancos, financiados por varios países occidentales, están asociados con la organización y la grabación de ataques químicos de falsa bandera y han sido vistos varias veces trabajando con grupos terroristas en Siria.
EE.UU., Francia y el Reino Unido, sin presentar pruebas válidas y basándose solo en este tipo de grabaciones o fotos que circulan en las redes sociales para acusar al Gobierno sirio del supuesto ataque, llevaron a cabo una ofensiva contra Siria el pasado 14 de abril.
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