lunes, 7 de febrero de 2011

Continúan las masivas protestas en Túnez y Egipto

Ni la transición tunecina ni la "negociación" con el vicepresidente egipcio Suleimán frenan las protestas



Tres semanas después del levantamiento popular tunecino que derrocó a Ben Alí, la transición impulsada porFouad Mebazaa -actual presidente del estado ypresidente de la cárama de diputados durante la dictadura de Ben Alí- y Mohamed Ghannouchi -Primer Ministro antes y después de la dictadura- sólo está siendo apoyada por EEUU y la UE, que aprobaron fondos económicos para sustentarla.
La UE se encontraba, antes de las revueltas, promoviendo un Tratado de Libre Comercio (TLC) llamado Unión por el Mediterráneo (UPM) con los países del norte de África, al que los dictadores de Egipto y Túnez habían dado el visto bueno, pero que los ciudadanos alzados contra esos regímenes autoritarios rechazan. El UPM representa la privatización de varios servicios y recursos naturales de esos países, que serán gestionados por empresas privadas y bancos de la UE.
Pese a que los gobiernos de la UE y de EEUU respaldan la transición tunecina impulsada por los funcionarios de la dictadura, los ciudadanos tunecinos siguen en las calles de una manera tan masiva que el ejército no puede contenerlos ni aún disparando fuego real y asesinando a varias personas cada jornada.
Las reivindicaciones de la oposición tunecina, agrupada en el Frente 14 de Enero exigen que ningún funcionario del gobierno tenga ningún nexo con la dictadura liderada por el tirano derrocado Ben Alí, y la redacción de una nueva Constitución de corte anticapitalista.
Mientras tanto, en Egipto, la reunión entre los Hermanos Musulmanes con el vicepresidente Suleimán sólo era para transmitir a la dictadura de Mubarak las reivindicaciones popularessegún han expresado jóvenes de los HM que asistieron a la reunión, por lo que no se puede hablar de negociación.
Los millones de ciudadanos que salen diariamente a la Plaza Tahrir han empezado a instalar tiendas de campaña para quedarse allí permanentemente hasta que caiga la dictadura. En Egipto, al igual que en Túnez, también quieren cambios constitucionales profundos.
Los egipcios que enfrentan al régimen de Mubarak están cambiando su buena relación con el ejército, al descubrirse que éste ha seguido durante todo el tiempo órdenes de Mubarakque llamaban a dejar paso libre a los ciudadanos y mostrar sintonía con los manifestantes en un principio. En los últimos días el ejército está destruyendo las barricadas que protegen a los manifestantes de los matones pagados por la dictadura, los están aislando del resto de la población de El Cairo y parece que dentro de poco procederán a la disolución de lasprotestas siguiendo el llamado del jefe del estado Mayor y del Ministro de Defensa.

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