sábado, 21 de mayo de 2011

La Spanish Revolution no será transmitida


Lo sorprendente es en Venezuela, país que derrotó la tesis del fin de la historia, la cobertura ha sido prácticamente marginal, con algunas excepciones honrosas.
Larissa Costas Manaure
Nacida de un comunista español siempre fui testigo de las nostalgias por la España Republicana, la que mi padre nunca llegó a ver sino a través de los relatos de sus compatriotas que huyeron del franquismo. Los vencidos jamás perdonaron -con razón- las crueldades del fascismo y nunca se comieron la ensalada de democracia española que trataban de servirles sus adversarios.

La niña que me habita siente emoción por lo que ocurre en España. La juventud del Sol se está rebelando contra las oprobiosas medidas tomadas para complacer al fantasmagórico mercado, pero también contra vestigios del feudalismo más primitivo que aún se patentiza en la sociedad española con un Rey que lleva 36 años en el poder sin que el pueblo tenga la posibilidad de cuestionar su corona.

La demagogia politiquera es puesta del descubierto por miles de ciudadanos que se han agolpado en las plazas para denunciar que las relaciones contranatura del capitalismo nada tienen que ver con la democracia.


Yes, we camp in the world

La alborada española se contagia por Europa. La Italian Revolution se abre camino en Roma. Una llamarada enciende el viejo continente y su carga explosiva no resulta escandalosa a la prensa internacional.

Al menos una decena de embajadas han sido sede de protestas de los españoles que viven fuera. La cancillería ibérica ha comunicado que no se ha tomado de momento ninguna medida de seguridad. Londres, Budapest, Berlín, Roma, Florencia, Bolonia y Padua se están solidarizando con las protestas pacíficas de Sol. Pancartas que rezan ‘No aguantamos más’, ‘Estamos hartos’ o ‘Quiero trabajar y no emigrar’ minan las principales plazas de las ciudades españolas y embajadas. Para las trasnacionales de la comunicación eso no es importante.

Situaciones similares se están viviendo en Praga, Varsovia y Viena. Todas las concentraciones han sido convocadas a través de las redes sociales. Uno de los organizadores de las manifestaciones en la República Checa aseguró en una radio que las acampadas constituyen una protesta global contra el mal uso que los políticos están haciendo de la democracia.

En Jerusalén, un grupo de jóvenes españoles hicieron un recorrido por las calles hasta llegar al consulado español en el que reivindicaron a gritos como ‘¡Nadie lo esperaba, España en la Intifada!’.

La mecha, sigue prendiendo, y hoy se esperan nuevas asentadas en México, Sydney, Japón, Amsterdam y Estocolmo.

Detrás de un gran cartel en el que se leía “Spanish Revolution” en inglés y japonés, los jóvenes, la mayoría menores de 30 años, emularon en la entrada del parque Yoyogi la protesta del 15-M. Los medios japoneses han dado tímida cobertura a la acampada.

Esta mañana, un grupo de personas se ha concentrado en Nueva York para apoyar las peticiones de los acampados en Madrid.

En Buenos Aires, la concentración tuvo lugar en la Plaza de Mayo. Uno de los concentrados decía que esta emblemática plaza se había transformado en una continuación de la Puerta del Sol. En México hay llamamientos que dicen “indígnate”.

En Cuba el pronunciamiento más relevante estuvo a cargo del líder de la Revolución Fidel Castro quien se refirió en su más reciente Reflexión a las manifestaciones que en los últimos días han convocado a miles de personas en las principales ciudades españolas y se preguntó si la respuesta a las mismas serán los bombardeos de la OTAN, como ha ocurrido en Libia.

Lo sorprendente es en Venezuela, país que derrotó la tesis del fin de la historia, que venció por knoc out a la postmodernidad -ideología del neoliberalismo- , la cobertura ha sido prácticamente marginal, con algunas excepciones honrosas. La revolución española parece que no será transmitida- en la dimensión que amerita- en nuestro país, donde bien conocemos lo que pesa el silencio mediático. Los medios callan y el silencio del pueblo decreta

El grito mudo convocado ayer por el 15M resonó en toda España. La noche dejó entre los manifestantes ansias y emoción. Hoy, pese a lo que los medios silencian, en la Puerta del Sol el megáfono es de todos.

Los organizados advierten “pedimos que no se caiga en alusiones políticas para no dejar resquicios a un eventual desalojo”, en este día de ’silencio político’ los organizadores no convocarán ningún acto a las 20.00 horas, como otros días, aunque están abiertos a “recibir a visitantes para reflexionar juntos“.

El pueblo español, diverso, extraño, maravilloso, generoso, está hoy en la calle pidiendo que le devuelvan su futuro. Las propuestas son concretas. Los del Sol piden :

Abolición de leyes injustas. Instauración de la Tercera República (Unos quieren un referéndum para votar monarquía o república, otros apuestan directamente por hacer desaparecer de la Constitución todo lo que tenga que ver con la Casa Real). Reformas fiscales. Favorecer el transporte público y alternativo al coche, crear una red de carril bici, subvencionar el abono transporte a los parados. Reforma de las condiciones laborales de la clase política: Se aboga por la supresión de sueldos vitalicios, la formación reglada (que opositen), la revisión y balance de las políticas al concluir cada mandato, listas electorales limpias y libres de imputados por corrupción política. Desvinculación total de la Iglesia y el Estado y División de Poderes. Democracia participativa y directa. Mejora y regularización de las relaciones laborales. Cierre inmediato de las centrales nucleares y apoyo a las economías sostenibles. Recuperación de las empresas públicas privatizadas.Reducción del gasto militar, cierre de las fábricas de armas y negativa a la intervención en cualquier escenario de guerra. Recuperación de la Memoria Histórica. Condena del franquismo.

Los del Sol revitalizan los sueños de mi padre. España hoy es epicentro de una Revolución floreciente y hermosa.Su pueblo se alza en procura de la dignidad. Militemos juntos para no perdernos de la historia.

Larissa Costas Manaure

0 comentarios:

Publicar un comentario