viernes, 27 de enero de 2012

El gurú de los indignados afirma que estamos ante la desintegración del capitalismo


El estadounidense Morris Berman, experto en historia de Occidente, crítico humanista y gurú del movimiento de los indignados, advirtió hoy de que la humanidad está asistiendo al "drama planetario de la desintegración del capitalismo".
Berman se expresó así en el Hay Festival de Cartagena de Indias, una cita literaria y artística que acoge desde hace siete años esta ciudad colombiana y que en esta edición ha cedido un espacio al movimiento mundial de los indignados.
"Tras más de 500 años de historia, el siglo XXI va a suponer un cambio del capitalismo global, todo está relacionado con ese desprendimiento que pasa cuando el aire es cancerígeno y la cabeza es Estados Unidos, ahí tenemos un cambio, cuando hay un órgano que está enfermo, hay corrupción, de ahí vienen las manifestaciones", apuntó el académico.
Para Berman, "la pregunta es si este sistema puede ser corregido". Y su respuesta es categórica: "si no puede, tiene que desintegrarse".
Berman, autor del libro "¿Por qué fracasó Estados Unidos?, apuntó a que la segunda opción tiene más posibilidades porque a pesar de las lecciones de la crisis no se han corregido los errores del sistema y puso como ejemplo que "Barack Obama nombró como asesores a los que habían provocado el problema, nombró a aquellos que habían destruido las cosas".
"Esas personas que tuvieron que ver con la crisis, ahora lo están haciendo de manera más agresiva que antes. Va a ser peor, va a haber un crash peor al de 2008 porque no se pueden seguir haciendo así las cosas", indicó.
Al ser preguntado sobre cuál será el sistema que prevalecerá y quienes los nuevos líderes, Berman bromeó: "yo he crecido como historiador y no como profeta".
Aún así vaticinó que la descomposición pasará por una mayor descentralización del poder en un mundo con menos petróleo y otros recursos naturales y que el sistema de gobierno será la "democracia participativa".
"Vamos a vivir de otra manera, existe la posibilidad de que va a ser más descentralizado, controles locales, no el control del imperio", indicó.
Aún con estas perspectivas, Berman reconoció que el movimiento Occupy Wall Street "fracasó" pese a las buenas intenciones y a que era una buena causa. Y es que los indignados neoyorquinos le pusieron al movimiento más energía que análisis, y no fueron estrictos en la demandas.
Pero Morris, que en sus escritos anteriores a 2008 predijo que en Estados Unidos iba a haber una grave crisis financiera que impactaría en todo el mundo, considera que Occupy Wall Street tiene ahora como tarea "establecer un espejo, es decir, decir cómo queremos vivir en el futuro".
"Esa es mi esperanza, que sirva de tradición que se guarda para saber qué pasa, como una biblioteca de tradiciones", concluyó.

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