por Impune Mx
Dadas las desigualdades políticas y económicas entre México y EU, no puede haber un tratado bilateral parcial, siempre habrá desventajas para nuestro país.
Proyecto Ambulante
Felipe Calderón firmó ayer en Los Cabos, Baja California un tratado para que empresas extranjeras exploren y exploten junto con Pemex yacimientos de petróleo que se encuentren en las fronteras de ambos países, así como en el Golfo de México.[1] Al firmar el documento con Hillary Clinton y Ken Salazar (secretarios de Estado y de interior respectivamente) Calderón aseguró que se “da certeza jurídica a un tema delicado” y se “respeta la soberanía nacional”.
Es evidente que para Calderón y la clase empresarial que representa la noción de soberanía está bastante torcida; dadas las desigualdades políticas y económicas entre México y EU, no puede haber un tratado bilateral parcial, siempre habrá desventajas para nuestro país. Recuérdese el desafortunado TLC, que prácticamente ha destrozado la industria nacional. O recuérdese la apertura financiera; el resultado es que tenemos la banca en manos de extranjeros (como el caso de Banamex que, por cierto, pertenece mayoritariamente al gobierno de Obama).
Dichos tratados no han beneficiado al país más allá de recibir productos estadounidenses de moda aun bajo precio. La transferencia tecnológica que el tratado para el petróleo dejaría es un tema dudoso; en los hechos ninguna empresa extranjera ha dejado al país aportes significativos en materia de tecnología o investigación básica, por el contrario, nos dirigimos a una mayor dependencia y atraso en dicho sector muy a pesar de lo que diga Calderón y sus amigos.
La firma de este tratado no significa otra cosa que un mayor colonialismo estadounidense sobre México y la sumisión del gobierno de Calderón ante un país que busca desesperadamente asegurar su flujo de petróleo barato ante la inestabilidad de medio oriente.
El patio trasero abre las puertas gustoso.
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