por Jovanny Jiménez
Apoyo Necesario a La Revolución Bolivariana
Yo soy la voz silenciosa y milenaria de la patria Americana. En mis genes danzan los pueblos originarios, africanos, los obreros, los campesinos, los estudiantes, las mujeres y todos aquellos hombres de gran humanidad que han batallado para que América sea nuestra. ¿Cómo callar en este momento? De alguna forma susurro desde las entrañas continentales estas palabras al Comandante Chávez y al bravo pueblo venezolano.
En América Latina está ocurriendo algo asombroso en los últimos años,que merece más atención de la que se le suele prestar en el Continente. La crisálida de la revolución venezolana constituye una de las trincheras fundamentales donde vuelve a plantearse el dilemahistórico de nuestra América: avanzar hacia un proceso de profundización de las medidas sociales o subordinarnos a los imperios. Chávez y Venezuela se han posicionado con claridad en el campo internacional como el principal proceso de gobierno que lucha junto a su pueblo, por una sociedad más justa e igualitaria.
En América Latina está ocurriendo algo asombroso en los últimos años,que merece más atención de la que se le suele prestar en el Continente. La crisálida de la revolución venezolana constituye una de las trincheras fundamentales donde vuelve a plantearse el dilemahistórico de nuestra América: avanzar hacia un proceso de profundización de las medidas sociales o subordinarnos a los imperios. Chávez y Venezuela se han posicionado con claridad en el campo internacional como el principal proceso de gobierno que lucha junto a su pueblo, por una sociedad más justa e igualitaria.
El principal mérito del proceso venezolano es, simplemente, haber facilitado que millones de personas tradicionalmente marginadas participen en la vida política del continente de manera creadora y esperanzadora. Esto ha contado con algo fundamental y es la movilización del pueblo. Hay una aceleración de la toma de conciencia por amplios sectores del pueblo, defendiendo y proponiendo otras realidades diferentes al neoliberalismo que se había instalado en la región. El sistema neoliberal no ve un continente rico en historia y cultura heredero de ideales políticos igualitarios, ven dólares y la oportunidad, bajo las condiciones apropiadas, de arrebatar los recursos que pertenecen a los pueblos. Como todo proceso de transcendencia social debe estar arraigado en el pueblo saltar los charcos y retumbar en los oídos de los imperios, beber de las fuentes primarias y retomar el sueño de Bolívar para la unificación de América. En la región hay una experiencia política acumulada, hay una autentica voluntad de emancipación económica, un vigoroso legado cultural.
Defender y apoyar a Venezuela y a su líder es defendernos a nosotros mismos. La Venezuela rebelde y revolucionaria es la lucha heroica de un continente que ha tenido que batallar contra el imperio yanqui, y las oligarquías criollas que solo dejan pobreza y corrupción en los pueblos. La revolución bolivariana seguirá inspirando a los pueblos oprimidos para que se alcen, se organicen, reivindiquen su humanidad y sociedad.
Por eso la victoria venezolana el próximo 7 de Octubre es la victoria de un continente que en sus raíces lleva la sabia del progreso social. La Revolución Bolivariana está retumbando desde México hasta la Patagonia y Chávez no está sólo, tiene una historia y un pueblo que lo respaldan y lo legitiman.
Chávez pa´lante hoy la responsabilidad es más grande, el clarín del continente te llama a seguir siendo el faro que guiara por el camino correcto, y por la sendas del triunfo a pueblos enteros en aras de una mayor igualdad, justicia, libertad, independencia y autodeterminación. A remar mar adentro con la revolución bolivariana y el Presidente Chávez porque es el destino plausible para el continente.
Gracias al pueblo venezolano y al presidente Chávez por ser esa llama constante que nos devela el mensaje del igualitarismo, solidaridad, unión y fuerza proclamas radicales de nuestros próceres los cuales igual que a todos los hermanos de este continente tienen la sangre roja, rojita y el corazón en la izquierda.
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